- Los líderes europeos han pasado de la prudencia a animar a los ciudadanos a planear sus vacaciones de verano. Pedro Sánchez anunciaba el sábado la apertura de fronteras a visitantes extranjeros en julio. Poco después, Francia desaconsejaba a sus nacionales visitar el país vecino. Y otros como Grecia o Italia también se preparan para la llegada de visitantes. La caza del turista ya ha comenzado en la UE.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, lanzó el sábado un mensaje: “El verano no está perdido”. Animó así a los ciudadanos a planear sus vacaciones y anunció la apertura de fronteras en julio y sin restricciones. En estos momentos toda persona que entra en el país debe asumir una cuarentena de dos semanas.

España entra así en la carrera por la caza del turista en la Unión Europea. Otros como Italia o Grecia, competidores directos por las ofertas gastronómicas, climáticas o mediterráneas que ofrecen, ya lo habían hecho con anterioridad. El país heleno se abrirá a mitad de junio o comienzos de julio a turistas procedentes de la UE y de Israel. Atenas estudia una especie de pasillo turístico junto a Chipre e Israel para salvar la temporada estival.

Otros como Luxemburgo anunciaron que darán un vale de 50 euros a sus ciudadanos y a los más de 200.000 trabajadores fronterizos de Francia, Bélgica o Alemania para gastar en hoteles o alojamientos turísticos luxemburgueses durante el verano.

Italia, por su parte, anunció su apertura a turistas europeos para el próximo 3 de junio. Este calendario no ha gustado en Francia. Tampoco lo ha hecho el anuncio del Gobierno español. Elisabeth Borne, ministra francesa de Transición Ecológica, instaba a sus nacionales en una entrevista el domingo a no visitar España por sus medidas “contradictorias”. E iba un paso más: “No invitamos a los franceses a prever vacaciones en el extranjero”.

Francia, que el año pasado fue el país más visitado del mundo, ha optado por hacer campaña alentando el turismo nacional. En respuesta, Reyes Maroto, ministra española de Industria, Comercio y Turismo, animó ayer en una entrevista radiofónica a alemanes y franceses a comenzar a planificar sus viajes a España.

España aboga por llegar a un acuerdo europeo que abarque todo el espacio Schengen, pero ante la improbabilidad de que llegue a tiempo se fija salvar los viajes con los países que tienen mayor impacto turístico como Alemania, Francia, Portugal o el Reino Unido.

El turismo es uno de los grandes perdedores de la crisis del COVID-19 en suelo comunitario. El sector representa de forma directa e indirecta el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión Europea. El 78% de los europeos eligen un Estado miembro para disfrutar de sus vacaciones. Y el 62% de los comunitarios hacen al menos un viaje de ocio al año. Pero la pandemia del coronavirus había truncado la mayor parte de los planes, dejando los vuelos vacíos y los hoteles cerrados.

El plan europeo sobre el turismo y la reapertura de fronteras pasa por establecer puentes aéreos con países que cuenten con una situación epidemiológica similar. Sin embargo con tantos millones en juego, las capitales europeas han acabado esquivando estas recomendaciones para salvar la temporada.