- El líder del Partido Popular, Pablo Casado, no ha firmado una carta que trece partidos conservadores de la UE han dirigido al presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Donald Tusk, exigiendo la expulsión del Fidesz, el partido del presidente húngaro Viktor Orbán, por las medidas adoptadas en Hungría ante la crisis del coronavirus.

"Queremos expresar nuestra profunda preocupación por los acontecimientos políticos en Hungría, en particular por la ley aprobada en el Parlamento húngaro el 30 de marzo que permite al Gobierno húngaro extender indefinidamente el estado de emergencia del país y, al primer ministro, gobernar por decreto", señalan estos partidos en una carta dirigida a Tusk.

Las formaciones, de Bélgica, Dinamarca, Lituania, Noruega, Suecia, Finlandia, Luxemburgo, Eslovaquia, la República Checa y Holanda, consideraron que se trata de "una clara violación de la democracia liberal y los valores europeos". Reconocieron que la lucha contra el COVID-19 requiere "medidas extensivas", pero dejaron claro que el virus "no puede usarse como pretexto para prolongar indefinidamente el estado de emergencia".

"Tememos que el primer ministro Orbán utilice su poder recién alcanzado para extender aún más el control del Gobierno sobre la sociedad civil", señalan las formaciones, entre las que no se encuentra el Partido Popular español. Y recordaron que Fidesz se encuentra suspendido dentro del PPE por "no haber respetado el Estado de derecho", pero aseguraron que ahora debe ser expulsado.

En paralelo, dieron su apoyo a la Comisión Europea (CE) y pidieron una "acción conjunta" de los Estados miembros para abordar la situación en Hungría "con fuerza".

Por su parte, el Parlamento Europeo pedirá explicaciones a la CE sobre cómo piensa responder a las medidas de excepción de Orbán, y que lleve a cabo una evaluación para aclarar si suponen un riesgo para el Estado de derecho. Así lo anunció el presidente de la Eurocámara, el socialista italiano David Sassoli, que en la reunión de la Conferencia de Presidentes recibió el encargo de enviar una carta formal al Ejecutivo comunitario que dirige la alemana Ursula von der Leyen.

Von der Leyen afirmó ayer que le "preocupa" que algunos Estados de la UE puedan excederse en sus medidas del estado de emergencia.

Caza de brujas. El Ejecutivo de Budapest denunció ayer que sufre una caza de brujas por las críticas a los poderes extraordinarios asumidos por tiempo ilimitado para luchar contra la pandemia de la COVID-19 y acusó a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, de doble rasero al decir que le preocupa especialmente el caso de Hungría. "El mensaje de Von der Leyen es un típico caso de doble rasero, ya que Orbán actualmente no cuenta con más competencias que el presidente (de Francia, Emmanuel) Macron en condiciones normales", declaró el portavoz del Gobierno húngaro, Zoltán Kovács, a la agencia estatal MTI.