Bruselas - La principal aspiración de la Unión Europea y el Reino Unido en su relación futura tras el brexit es contar con un acuerdo de libre comercio que limite los daños económicos por la marcha británica del mercado único, así como superar el escollo del acceso a las aguas pesqueras. El Reino Unido abandonará la UE este 31 de enero, cuando empezará un periodo transitorio de once meses en el que Londres y Bruselas intentarán cerrar el acuerdo comercial, aunque el vínculo entre las dos partes seguirá siendo el mismo hasta finales de 2020, ya que los británicos deberán cumplir con las reglas comunitarias y seguir con su contribución al presupuesto de los Veintisiete. El comercio anual del Reino Unido (mercancías y servicios) está estimado en 1.300 billones de libras (1.531 billones de euros), del que el 49% corresponde a su comercialización con la UE.

Durante la transición, además de un acuerdo comercial, las dos partes tendrán que resolver otros puntos de interés, como compartir información de seguridad, el acceso a las aguas pesqueras, el suministro de gas y electricidad o la regulación de los fármacos.

En caso de que el Reino Unido y la UE sellen el acuerdo en el plazo que se han marcado, éste se hará efectivo de forma inmediata una vez concluida la transición, el 31 de diciembre de 2020.

Junto con el acuerdo de retirada, el Reino Unido y la UE pactaron una declaración política sobre su futura relación que establecía las líneas generales para sus vínculos tras el brexit.

Revisada para rebajar su ambición tras la renegociación del acuerdo de salida con el primer ministro británico, Boris Johnson, el texto, que no es vinculante, “establece los parámetros de una asociación ambiciosa, amplia, profunda y flexible en el comercio y la cooperación económica con un acuerdo de libre comercio completo y equilibrado en su núcleo”. Aunque dependerá en gran medida del tiempo disponible para la negociación y de cómo se desarrollen las conversaciones, según la declaración política el acuerdo comercial tendrá en cuenta bienes, servicios, comercio electrónico o movimiento de capitales y pagos, entre otros. - Efe