El joven acusado por la muerte de Santi Coca que fue descubierto el pasado 7 marzo por las autoridades fronterizas cuando intentaba cruzar desde Gipuzkoa a Iparralde7 marzo por las autoridades fronterizas cuando intentaba cruzar desde Gipuzkoa a Iparralde continuará en libertad provisional a la espera de juicio, después de que la Audiencia de Gipuzkoa haya rechazado su ingreso en prisión, como habían pedido las acusaciones.

Este joven es uno de los seis investigados que se encuentran en situación de libertad provisional acusados de la muerte de Santi Coca, el menor donostiarra fallecido tras una pelea en Donostia en 2019, cuya muerte será enjuiciada por un tribunal del jurado.

Tras conocer este intento de acceso al país vecino, la Fiscalía y el resto de acusaciones solicitaron el ingreso en prisión provisional de este joven de origen marroquí, por el presunto "incumplimiento" de las condiciones de su libertad provisional, solicitud que fue denegada ya en un primer momento por la Audiencia de Gipuzkoa.

Esta instancia judicial alegó entonces que no había quedado "claro" si el joven llegó a abandonar el territorio español y que, en su caso, ese "cruce" de la frontera sería "el único elemento" eventualmente relacionado con un "riesgo de fuga", algo que por otra parte descartan otros factores como el haber acudido repetidamente a las comparecencias judiciales que se le impusieron, así como su participación en un "curso de formación" en San Sebastián.

No obstante, tanto la Fiscalía como las acusaciones recurrieron la puesta en libertad provisional de este investigado, que sin embargo ha vuelto a ser ratificada ahora por la Audiencia en un auto, al que ha tenido acceso EFE.

En este documento, el magistrado encargado del caso vuelve a reiterar que, desde el momento en el que fue puesto en libertad provisional, el procesado "ha cumplido con sus comparecencias" periódicas ante el juzgado, salvo con algunas "llamativas excepciones" que, sin embargo, no constituyen "motivo suficiente para prever la existencia de una voluntad de fuga".

El auto sostiene asimismo que "existen dudas razonables respecto a lo que efectivamente pudo ocurrir" el día en el que supuestamente el inculpado habría intentado pasar a Francia y, aunque califica la conducta de este joven de "manifiesta imprudencia", le advierte del "evidente toque de atención" que supone para él esta resolución que acuerda su mantenimiento en libertad provisional .

Santiago Coca murió tras permanecer dos días en coma en el hospital, después de sufrir una agresión la madrugada del 26 de abril de 2019 por parte de un grupo de personas en el exterior de una céntrica discoteca donostiarra.

Equipos sanitarios desplazados al lugar le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, tras lo cual fue trasladado en estado de extrema gravedad al Hospital Donostia, donde posteriormente falleció.

La Ertzaintza detuvo a siete jóvenes por su presunta relación con estos hechos, si bien el Juzgado de Guardia sólo ordenó prisión provisional para seis de ellos: tres chicos rumanos, uno de origen argelino, otro marroquí y un español.

No obstante, en 2020 los seis accedieron a la libertad provisional con distintas medidas cautelares para evitar su huida, como la retirada del pasaporte, la prohibición de viajar al extranjero y la obligación de comparecer cada quince días en sede judicial.

Cada uno de los seis jóvenes acusados de la muerte de Santi Coca se enfrenta a una petición de veinte años de cárcel tanto por parte de la Fiscalía de Gipuzkoa como de la acusación particular, que representa a la familia de la víctima.

Por su parte, el Ayuntamiento de Donostia, personado en la causa como acción popular, reclama veinte años de cárcel para uno de los procesados, al que atribuye haber propinado a Coca la "última y brutal patada en la cabeza" cuando la víctima ya había perdido el conocimiento, y quince para los otros cinco.