El caso de una chica que, como sostiene la acusación particular, habría sido violada "al menos en 150 ocasiones en 150 días diferentes" ha acaparado hoy la atención del juicio que se sigue en Donostia contra el fotógrafo Kote Cabezudo por distintos delitos de índole sexual y estafa contra 16 de sus modelos.

La vista, que comenzó el pasado 7 de marzo en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, alcanza este miércoles la sexta de las veinte jornadas programadas por la Sala para escuchar al acusado, a sus 16 presuntas víctimas y a las decenas de testigos y peritos citados.

Todas las sesiones en las que hasta ahora están declarando las afectadas tienen lugar a puerta cerrada, por solicitud expresa del abogado que las representa, aunque está previsto que dos testigos citados para la sesión de hoy también comparezcan sin posibilidad de que los periodistas puedan verlos o escucharlos.

Hasta el momento ya han pasado ante el tribunal un total de nueve modelos, varias de ellas menores de edad cuando se cometieron los presuntos delitos, si bien por el momento sólo dos habrían mantenido haber sufrido supuestos abusos.

No obstante, las nueve habrían denunciado la firma de contratos para la obtención de fotografías desnudas en las que no habrían sido "suficientemente" informadas por Cabezudo, quien además habría difundido las imágenes en webs supuestamente pornográficas de las que las fotos podían ser descargadas "previo pago".

Modus operandi

Según señala el letrado de las modelos en su escrito de acusación provisional, el fotógrafo mantenía un "modus operandi" similar con casi todas sus víctimas a las que, valiéndose de una "posición de aparente prestigio y autoridad en la materia", presuntamente "hacía firmar contratos" que le atribuían la propiedad "completa" de las imágenes que captaba.

En las sesiones que llevaba a cabo después, presuntamente les aseguraba que, "aunque permanecieran desnudas, sus partes íntimas jamás se verían" y que, "en todo caso, los desnudos más explícitos nunca serían objeto de publicación por tratarse de trabajos de índole personal".

Una vez obtenidas estas imágenes "más que comprometedoras" presuntamente se servía de ellas para "coaccionar" a las chicas con el fin de producir "nuevo material pornográfico cada vez más explícitamente", bajo la "amenaza" de "hacerlo público si no seguían acudiendo" a sus sesiones.

"En los casos más graves", detalla el escrito al que ha tenido acceso EFE, "el sometimiento que llegó a ejercer" sobre algunas de sus víctimas, "prevaliéndose del temor reverencial que su figura y la diferencia de edad les provocaban", le habría permitido "consumar diferentes abusos y agresiones sexuales con acceso carnal incluido".

El caso más grave

De todos ellos, el caso más grave corresponde a una chica citada en primer lugar este miércoles ante el tribunal, la décima llamada hasta ahora, quien ha declarado en la sala a puerta cerrada y, por petición de su abogado, exenta de la obligación de llevar mascarilla para que el tribunal pueda ver su rostro, y en ausencia del acusado que sigue su testimonio por videoconferencia desde una estancia cercana.

Según el escrito de la acusación particular, las imágenes de esta joven, que en 2004, cuando comenzó las sesiones fotográficas con Cabezudo tenía 14 años, habrían servido al acusado para elaborar "multitud de material de naturaleza pornográfica" en parte del cual se le veía "manteniendo relaciones lésbicas" con otra menor.

Además, como relata este escrito, "siendo menor de edad", el inculpado habría atentado "contra su indemnidad sexual" en diferentes ocasiones "llegando a intimidarla con la amenaza de que si no accedía a sus pretensiones publicaría todo el material que tenía de ella desnuda", situación que se habría repetido más adelante cuando la chica ya era mayor de edad.

"Unos y otros hechos -detalla el escrito- consistieron en manosearle todo el cuerpo, introducirle los dedos en la vagina, hacer que le masturbara, que le practicara felaciones y penetrarla vaginalmente".

La acusación particular sostiene que, "en total, habida cuenta del material probatorio tanto documental como testifical que consta en el sumario, -presuntamente- se acreditan al menos 150 ocasiones" en las que se habría producido un "acceso carnal" contra esta víctima, "buena parte" de las cuales habrían sido grabadas en vídeo por el propio Cabezudo, quien también habría llegado a "exhibirlas en sus páginas web, compartiéndolos además ampliamente" en otros sitios de internet "dedicados a la pornografía".

El letrado de las chicas considera que los hechos cometidos contra esta víctima son constitutivos de un delito continuado de estafa; otro, también continuado, contra la intimidad; un tercero contra la integridad moral, y otro de corrupción de menores, además de 150 de agresión sexual por los que, en conjunto, solicita 2.158 años y medio de cárcel, que constituyen la mayoría de los 2.388 años de prisión que reclama en conjunto por la totalidad de las modelos que representa.

La Fiscalía por su parte solicita penas de prisión que en conjunto suman 121 años y medio de prisión por el conjunto de delitos presuntamente cometidos sobre las 16 víctimas.

Está previsto que el juicio continúe el jueves con la declaración de nuevas víctimas.