El hombre que clavó a su hermano en el cuello una horca de las utilizadas en las labores agrícolas ha sido condenado este miércoles a dos años de cárcel, que no deberá cumplir al haberle sido suspendida la pena de prisión con la condición de que no vuelva a delinquir en los dos próximos años.

Esta condena es fruto de un acuerdo entre la Fiscalía y la defensa, alcanzado durante el juicio celebrado este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia, por el que el procesado ha reconocido los hechos y el Ministerio Público, que inicialmente le imputaba un delito de homicidio en grado de tentativa, ha cambiado su acusación a un delito de lesiones con instrumento peligroso.

En consecuencia, ha rebajado su petición inicial de condena desde los tres años y medio a los dos años de cárcel con los que finalmente se ha conformado el procesado, quien no deberá compensar a su hermano por los daños causados ya que éste ha renunciado a cualquier indemnización que hubiera podido corresponderle.

No obstante, el agresor no podrá acercarse a su pariente ni a los lugares que habitualmente frecuenta su allegado durante los cuatro próximos años.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos sucedieron sobre las 16.30 horas del 17 de noviembre de 2018, en una finca de Astigarragadonde el perjudicado trabajaba en un campo cargando hierba con una horca en un remolque, mientras el acusado circulaba en una furgoneta en la que transportaba una máquina segadora.

El documento aclara que, en un momento dado, la furgoneta del procesado quedó atascada en el barro, a unos 150 metros de donde se encontraba su hermano, al que se dirigió para advertirle del percance que había sufrido.

La víctima le respondió entonces que para eso "mejor que se hubiera quedado en casa", reproche que "enfureció" al inculpado, quien tomó una horca de tres pinchos y, "con la intención de menoscabar la integridad física" de su allegado, "como consecuencia de unas desavenencias previas" que ambos mantenían, le clavó el apero agrícola "en un único acometimiento".

El texto de la Fiscalía precisa que uno de los pinchos se clavó en el brazo derecho del perjudicado y los otros dos en el cuello si bien, "tan pronto como la víctima empezó a sangrar", el agresor se acercó a un camino por el que paseaba un hombre que resultó ser un ertzaina fuera de servicio para alertar de lo ocurrido, ya que ni el acusado ni el herido disponían de un teléfono móvil en ese momento.

El policía requirió entonces la presencia de otros agentes en el lugar y pidió una ambulancia que trasladó al herido a un hospital, donde fue atendido de sus lesiones que le mantuvieron tres días hospitalizado, así como otros cuatro impedido para sus labores habituales.

El inculpado reconoció lo sucedido tanto al ertzaina que le prestó su ayuda como posteriormente en su declaración judicial.