El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha absuelto a un hombre condenado a 4 años de prisión por abusar sexualmente de su hija, una niña de 10 años, en una playa concurrida al entender que las personas que le denunciaron pudieron malinterpretar los hechos.

En una sentencia hecha pública este martes el TSJA admite el recurso del padre condenado, que se basaba en el voto particular que emitió uno de los magistrados que formaron parte del tribunal de la Audiencia Provincial de Cádiz que juzgó los hechos y los sentenció.

La sentencia explica que un día de agosto de 2007, el hombre, de raza blanca, rubio y 62 años, fue con su hija, de diez años y mulata, a una playa muy concurrida, para pasar un rato mientras esperaban a la pareja del hombre y madre de la niña.

Ambos se sentaron con ropa en la playa y, según la sentencia que les condenó, el hombre "comenzó a acariciar por debajo de la ropa a su hija", que, en un momento dado, se colocó encima de él a horcajadas realizando movimientos hacia adelante y hacia atrás entrando en contacto las zonas genitales de los dos.

Varias personas que estaban en la playa llamaron a Protección Civil al entender que se trataba de un pederasta abusando de una niña.

La defensa sostuvo siempre que todo fue un malentendido y que si los testigos hubiesen podido saber que se trataba de padre e hija, o ambos hubieran tenido apariencia de serlo, "no habrían percibido como abuso lo que vieron entonces" y lo que recordaron.

"Los testigos ven acudir a la playa, de la mano, a un hombre mayor, blanco y rubio, con una niña mulata de diez años, aún no desarrollada, y perciben caricias y actitudes que inmediatamente asimilan a un comportamiento pederasta", sostiene la sentencia.

Destaca que una especialista descartó que la niña hubiera padecido abusos de su padre y que su madre, y pareja del condenado, "desde el primer día expresó su total incredulidad sobre los hechos que se atribuían al acusado".

También destaca que el lugar en que se produjeron los hechos era una playa "muy concurrida, por no decir abarrotada", un factor "que hace más inverosímil que el acusado, que habría podido quedarse esa tarde en el domicilio a solas con la hija sin ser visto por nadie, fuese a ese lugar a mantener un comportamiento inequívoco de abuso sexual. Obviamente ello no es imposible, pero sí sería difícil de comprender y estadísticamente poco probable".