- Los viejennials se han convertido en la generación adulta con ganas de aprender y adaptarse a las innovaciones tecnológicas gracias al envejecimiento activo y la digitalización de su vida profesional y personal, según explica la experta en tecnología Margarita Villegas.

La directora de Tecnología e Innovación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) detalla que este término define a un colectivo de edad madura, que aún trabaja o ya se ha jubilado, pero que tiene ganas de seguir aprendiendo en sus profesiones y necesitan nuevos retos intelectuales.

“Es un guiño al término millennial”, la generación de jóvenes que alcanzó la edad adulta con el cambio de siglo, nacieron entre 1981 y 1997, son considerados nativos digitales y han crecido con la tecnología como una herramienta más en sus vidas.

Sin embargo, razona, los viejennials se han ido adaptando a la tecnología a medida que los dispositivos se han implantado en su vida profesional y personal, como, por ejemplo, los ordenadores, los teléfonos móviles y las aplicaciones.

Por tanto, esta generación ha experimentado “una capacidad de cambio brutal no conocida hasta ahora”, ya que tuvieron que aprender a usar Internet y todo su desarrollo tecnológico posterior, como las redes sociales. Esta experta cree que los viejennials afrontan las innovaciones tecnológicas como parte de su “necesidad en la vida, no como un reto”, ya que han asimilado el concepto de “aprendizaje continuo”.

Así, se han acostumbrado a estudiar de forma digital, conectarse a reuniones telemáticas y, cuando se implante el metaverso, se ha mostrado “convencida” de que aprenderán sobre realidad aumentada y avatares. Nuevas tecnologías, como la realidad virtual, permitirán experimentar actividades inéditas y satisfacer curiosidades que, de otra manera, no sería posible para estas personas, ha vaticinado.

“¿Por qué la formación debe limitarse a una etapa determinada, como el grado y el posgrado?”, reflexiona esta profesora de la UNIR, quien cree que “a lo largo de la vida se pueden seguir aprendiendo nuevas habilidades, competencias profesionales y aficiones”.

Esta generación, cuya edad podría determinarse a partir de los 50 años, se ha “adaptado a los nuevos tiempos”, no solo para relacionarse con hijos o nietos, también para aprovechar la tecnología y enfocarla a “una manera de aprender distinta, compatible con sus vidas”. Además, añade, aquellos que ya han completado su etapa laboral, tienen a su favor contar con buen poder adquisitivo y disponer de más tiempo libre que un millennial. Por ello, los viejennials suponen un nicho de mercado atractivo para las marcas. En la edad contraria está la generación de la infancia 6.0: los niños que han nacido con una tableta debajo del brazo y que cuando quieren pasar las páginas de un libro de papel hacen el gesto con el dedo.