n plena oleada migratoria derivada de la guerra en Ucrania, Ongi Etorri Errefuxiatuak y Mugak Zabalduz no se olvidan de las críticas condiciones en las que se encuentran centenares de niños que viven en los campos de refugiados de Grecia, tras huir de otros países en conflicto como Siria, Irak o Afganistán. Especialmente, cuando se trata de menores afectados por graves problemas de salud, que se unen a las precarias condiciones de estos espacios o a la falta de asistencia sanitaria y alimentación digna.

Ahora que las instituciones de la Unión Europea y sus gobiernos están mostrando una “sensibilidad” inédita en los últimos tiempos con las personas desplazadas, ambos colectivos creen que es el momento de acabar con el “indigno” trato que sufren estos refugiados de segunda, a los que se cierra fronteras, se deriva a terceros países como Turquía, Marruecos o Libia o, en el peor de los casos, mueren en mares como el Mediterráneo.

Para ello, acaban de impulsar una iniciativa para poder traer este próximo junio a Euskal Herria, “con garantías”, a todos los menores con graves problemas de salud “que sea posible” y ahora se encuentran refugiados en los campos de Grecia.

Por un lado, Ongi Etorri Errefuxiatuak y Mugak Zabalduz solicitan en su propuesta autorizaciones de residencia temporal “por circunstancias excepcionales” para estos menores, “por razones humanitarias”. Reclaman además corredores humanitarios para permitirlo, poniendo como ejemplo la experiencia de la comunidad madrileña de Sant’Egidio, que a su juicio “puede ser un referente útil”.

Por otro lado, ambos colectivos van a impulsar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para dar luz verde a la regularización extraordinaria de personas extranjeras que se encuentran en esta situación.

“No estamos hablando gratuitamente”, manifestó ayer Agus Gorbea, portavoz de Ongi Etorri Errefuxiatuak, durante la presentación de esta iniciativa en el centro cívico El Campillo de Gasteiz.

Según las cifras que maneja el colectivo, no menos de entre “25 o 40” menores en grave situación de salud serían susceptibles de ser acogidos en la CAV o Navarra. Niños que, según el propio Gorbea, se encuentran en una condiciones “sanitarias, higiénicas y de todo tipo” de “gran vulnerabilidad”, y muchos de ellos con enfermedades “crónicas, complejas y potencialmente mortales”.

Ambas entidades van a socializar su propuesta con sindicatos y movimientos sociales para dotarla “de un cuerpo más amplio” y han remitido sendos escritos tanto a los diferentes grupos políticos de los parlamentos de Gasteiz e Iruña como al Ministerio de Interior con el objetivo de recabar su “compromiso” con esta reivindicación. Por el momento, los colectivos únicamente han podido reunirse con parlamentarios de EH Bildu y Elkarrekin Podemos.

Según recordaron tanto Gorbea como la también integrante de Ongi Etorri Errefuxiatuak Arantza Gutiérrez, la decisión adoptada el 4 de marzo por la UE de activar el régimen de protección temporal para personas desplazadas y otras iniciativas institucionales, como la firma por parte del Estado español -en 2018- del Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular, han quedado “en papel mojado salvo para las personas que llegan desde Ucrania”. El colectivo aseguró que la primera es “una decisión ajustada a derecho” y que apoya la acogida “digna” de las personas que vienen solicitando asilo desde el Este de Europa, pero reivindica el mismo trato para personas que “huyen de situaciones similares”. l