Una lengua está viva en la medida en que se hace uso de ella en el día a día, y atendiendo a lo ocurrido durante los últimos cinco años en las calles de Euskal Herria, los principales valedores de que la llama del euskera no pierda fuerza son, principalmente, los menores de edad y los jóvenes, especialmente las mujeres.

Puede parecer una obviedad, pero no lo es atendiendo a la tendencia que se observa en el uso de otras lenguas minoritarias, en las que el mayor porcentaje de hablantes se concentra entre la población de mayor edad. En Euskal Herria se observa que desde 1989 el euskera gana terreno en todas las franjas de edad, a excepción precisamente de las personas mayores. Sí se observa, en cambio, que estas llegan a duplicar o incluso triplicar el uso que hacen de la lengua cuando interactúan con los más jóvenes.

Así se desprende de los resultados de la medición del uso de las lenguas en las calles de Euskal Herria que Soziolinguistica Klusterra realiza cada cinco años, un estudio que ha sido presentado este miércoles en el campus de Ibaeta de la UPV/EHU.

Se trata de una de las investigaciones más relevantes de cuantas se han realizado hasta ahora desde el punto de vista cuantitativo. La medición se realizó en septiembre y octubre de 2021. Se han recogido datos en 145 municipios de todos los territorios, tomando muestras de más de 200.000 conversaciones entre 600.000 personas.EN LA CALLE: UNA DE CADA OCHO CONVERSACIONES EN EUSKERA

Una de cada ocho personas observadas en la calles habla en euskera (12,5%), lo que revela que la lengua vasca sigue siendo "minoritaria y minorizada", frente al predominio del castellano o el francés, un dato que prácticamente es "idéntico" al observado en la última medición de 2016.

Se puede decir, por tanto, que el uso se mantiene "constante", lo que ofrece una lectura positiva en un contexto de galopante globalización que está dejando por el camino "miles de lenguas". Y en ese contexto, Gipuzkoa sigue siendo con diferencia el territorio donde más euskera se habla (31%), a gran distancia del resto. El uso de la lengua en Bizkaia es del 9%, y del 5-6% en Araba, Navarra e Iparralde, territorio este último que sigue marcando una clara tendencia a la baja desde finales de los 90. Algo que también ocurre Comunidad foral.

Como ha expuesto Olatz Altuna, directora de la investigación, el uso que se hace de un idioma en la calle responde a "una realidad poliédrica", en la que entran en juego toda suerte de variables demográficas o sociológicas. Y las calles de Euskal Herria han cambiado mucho durante las tres últimas décadas. En buena medida, debido al saldo migratorio positivo, y también a un proceso de globalización que, como ocurre en todo Occidente, "tiende a la homogeneización de las ciudades", con la conseguiente pérdida de las señas de identidad locales.

RETROCESO DE LA ZONA VASCÓFONA

Desde ese punto de vista puede interpretarse otro de los resultados del informe, que se centra en la zona más vascófona de Euskal Herria. Sigue cayendo el uso del euskera en los municipios euskaldunes, aquellos en los que entre el 75% y el 100% de sus habitantes tienen un conocimiento de la lengua vasca. El sociológo Iñaki Iurrebaso ha apuntado que razones de índole "demográfica y urbanística" pueden estar detrás de ese retroceso, en una tendencia inversa a la que se observa en el resto de Hego Euskal Herria, ascendente desde 1993.

Y en ese mayor uso entre la poblacion joven, prevalece sobre todo en las mujeres respecto a los hombres. Así lo ha expuesto Altuna, que ha presentado los resultados del estudio junto a Maialen Iñarra, responsable del trabajo de campo, y a miembros del Comité Científico de la Investigación.

DONOSTIA SIGUE A LA CABEZA

El mayor uso se hace en las capitales, que ofrecen unos porcentajes muy por encima de la media de Euskal Herria. Entre ellas destaca Donostia, donde se ha constatado que el euskera esté presente en sus calles en un 15,3%, muy por encima de la horquilla de entre 2 y 4% en la que se sitúa el resto.

Un dato llamativo es que Gasteiz se ha situado en segundo lugar (4,1%). Y lo es teniendo en cuenta que se trata de la capital del territorio vasco con menor presencia del euskera. El porcentaje en Bilbo es del 3,5%, mientras que Iruñea y Baiona se sitúan en un 2,7%. La creciente presencia del euskera en las calles de Gasteiz es constante desde hace una década.

En el resto de capitales no se han producido cambios significativos durante este periodo de tiempo, aunque sí se percibe el impulso de los flujos migratorios en Gasteiz y Bilbo, ciudades en las que el 5% de las conversaciones a pie de calle se producen otras lenguas que no son ni el euskera, ni el castellano, ni el francés.

FUTURO: INCIERTA EVOLUCIÓN

Con respecto al futuro que le puede aguardar a la lengua vasca, los miembros del comité científico apuntaron que hoy por hoy es algo que no se puede predecir. "No se puede asegurar la evolución que tendrá la lengua. Podría ocurrir que se incline hacia la cruda realidad de otras comunidades de hablantes que se encuentran en vías de extinción". O bien, según recoge el informe en sus conclusiones, que se aproxime a aquellas lenguas europeas de tamaño medio que gozan de buena salud.

Que se incline la balanza en un sentido u otro depende de "si se acierta en el proceso de adecuación" de la lengua a los nuevos tiempos. Y también, de crear las condiciones adecuadas para responder a las necesidades de las personas que hacen en Euskal Herria una decidida apuesta por vivir en euskera.

Así lo recoge este estudio, de referencia a la hora de determinar el estado de salud del euskera y de definir sus líneas de trabajo. Esta última edición ha registrado más horas de observación que ninguna de las anteriores, lo que ha permitido observar al número de personas más elevado hasta ahora.