n espacio en el que niños y niñas experimenten a través del juego y se diviertan, sin estereotipos ni prejuicios. Así es Zorionak Kids & Party, multiespacio ubicado en Eibar y dedicado al ocio infantil. Compuesto por una juguetería y una ludoteca, este comercio relativamente joven acaba de recibir el galardón Empresa Comercial Guipuzcoana 2022, otorgada por la Cámara de Gipuzkoa, por su perspectiva innovadora para salir adelante en el complejo entorno provocado por la pandemia.

Ainhoa Muniategui y Alberto Sánchez son las dos cabezas pensantes detrás de este proyecto, que arrancó en mayo de 2015. Con la ilusión que caracteriza a quien se dedica a lo que le gusta, relatan a este periódico los pormenores del mismo y el origen de esta idea. Y la verdad es que el mundo infantil no es algo nuevo para ellos, ya que cuentan con una trayectoria previa de dos décadas en el sector. "Nosotros llevábamos mucho tiempo dentro del mundo de la educación infantil", relata Muniategui; "en Madrid teníamos un centro de educación infantil, luego tuvimos un centro de ocio y, cuando pensamos en trasladarnos a Eibar, vimos que había una necesidad", apunta, haciendo referencia tanto a la ludoteca como a la juguetería educativa, que difiere de las más tradicionales, conocidas como jugueterías de licencia. Por ello, deciden "darle una vuelta" a las estructuras convencionales de estos negocios y montar algo que fusione ambos, basado en "nuestra manera de pensar", que remarca "el desarrollo del niño por y para ir jugando como hilo conductor", resume.

El local, ubicado en el número 3 del Paseo Urkizu, está separado en varias estancias. La primera es la dedicada a la juguetería educativa y la papelería creativa, donde son protagonistas los juegos que acompañan a los niños y niñas en su proceso de desarrollo, por lo que "se juega al principio de una forma y, según van cogiendo las capacidades, se va jugando de otra", explica Muniategui. Estos productos, mayoritariamente de madera, suelen incluir características que ayudan a la concienciación de las nuevas generaciones, como el hecho de estar compuestos por materiales reciclados, para aprender sobre el cuidado del medio ambiente. Muchos tienen "un plus diferente", para poder trabajar otros aspectos que forman parte del proceso de crecimiento en la etapa infantil. Es el caso de un puzzle que tienen expuesto, que brilla en la oscuridad. Puede montarse utilizando una linterna y así "trabajar los terrores nocturnos". También cuentan con accesorios, como mochilas y bolsos, realizados a partir de plásticos reciclados procedentes de los océanos.

Una vez se cruza esa primera parte, se entra a las tres salas que componen la ludoteca. Un universo pensado para aproximadamente 25 niños y niñas, donde poder jugar y disfrazarse sin más premisa que la de divertirse. El espacio está repartido entre la estancia con juegos recreativos de los años 80 y 90, un backstage con accesorios para caracterizarse y una sala más grande creada inspirándose en una feria o pequeño parque de atracciones, con columpios y distintas cocinas, además de furgonetas de comida, porterías de fútbol o norias pintadas en las paredes.

Pero esta no es una ludoteca de toda la vida. Los más pequeños pueden venir por horas, sin necesidad de un horario fijo; pero también pueden participar en talleres o incluso celebrar aquí su fiesta de cumpleaños. Actividades todas ellas enfocadas a la conciliación familiar. "Los padres tienen la necesidad de adaptar su trabajo a su vida familiar y a los niños. Con jornadas de trabajo tan largas, apenas les queda espacio para poder jugar. Creo que Zorionak resuelve las necesidades tanto de los pequeños como de sus familias", incide Sánchez.

Otro de los aspectos que los progenitores agradecen es que no hay establecido un límite de edad como tal para poder acudir. Si bien la edad mínima oscila entre los dos y los tres años, dependiendo de la actividad, "nunca hemos querido poner un tope", manifiesta Sánchez, aunque reconoce que habitualmente les visitan hasta los doce años aproximadamente, cuando la preadolescencia asoma en el horizonte. Eso sí, la temática y estructura de las fiestas la adaptan acorde a la edad de los participantes, para que "el que la haga se sienta identificado". Porque tienen claro "desde el principio" que los clientes y, por tanto, quienes tienen que disfrutar, "son los niños".

Organizar, desarrollar y, en definitiva, tener en marcha este proyecto conlleva su trabajo. Por ello, aunque la atención al público la dan de manera conjunta, en otras áreas se encargan de lo que su formación y experiencia les avala. Así, Muniategui, psicopedagoga de formación, se encarga de la parte de los contenidos y la programación curricular, mientras que Sánchez, con una trayectoria de dirección comercial a sus espaldas, gestiona el marketing, la administración o la publicidad.

Más allá de su propio local, también participan en festivales, bodas o incluso comuniones. Lejos de ser "un servicio al uso de monitores", llevan "un cachito de ludoteca, de Zorionak Kids & Party", al lugar donde lo soliciten. ¿El objetivo? Que mientras las personas adultas se diviertan con actividades acordes a su edad, los más pequeños de la casa también lo puedan hacer de acuerdo a la suya propia. Un ejemplo cercano fue la pasada edición del Zinemaldia, donde estuvieron presentes e incluso instalaron un estand con los juguetes de su tienda.

Tanto en sus actividades como en los productos que venden reivindican la diversión sin géneros. Algo que las nuevas generaciones ponen en práctica, ya que en sus fiestas es habitual ver a niños disfrazados con tutús, niñas de vaqueras, y jugar indistintamente a comprar en el mercado o a fútbol. En las generaciones adultas, va cambiando, pero confiesan que a los más mayores les sigue costando. "Los padres más jóvenes tienen una visión diferente del juego" recalca Sánchez. Muniategui lo confirma; "están súper puestos en cualquier tipo de filosofía" dirigida al juego cooperativo, como la Montessori. También le dan "menos importancia a los detalles de género", indica Sánchez, como la temática del juguete o el tradicional reparto de colores, con el rosa dirigido a las niñas o el azul a los niños. Algo que todavía está instalado en las mentes de algunos "amamas y aitites, nuestros benditos clientes", dice Muniategui con cariño. Pero consiguen conectar con sus nietos, debido a que los juguetes de su época, como trenes, peonzas de madera o ciertas muñecas, vuelven a estar de vuelta con materiales y estética renovada.

Su mente emprendedora y dirigida a crear algo distinto les ha hecho navegar a lo largo de estos dos últimos años de pandemia. Una época que ha sido "como una montaña rusa", pero en la que han podido salir adelante y adecuarse a la situación ofreciendo alternativas, como talleres online o la entrega de juguetes a domicilio por ellos mismos. Una capacidad de adaptación que les ha merecido el reconocimiento de la Cámara de Gipuzkoa, que toman con la alegría del trabajo bien hecho, pero también con "responsabilidad" .

De cara al futuro, tienen varias ideas en mente. No descartan ampliar el negocio a más locales, pero a su debido tiempo. Prefieren ir poco a poco. "Hay dos líneas de trabajo importantes; hay que afianzar la primera y luego saltar", afirma Muniategui.

"Creo que resolvemos

las necesidades tanto

de los más pequeños como de sus familias"

Dueño de Zorionak Kids & Party

"Al principio, se juega de una forma y, según se cogen capacidades, se juega de otra"

Dueña de Zorionak Kids & Party