Catedrático de Economía de la Universidad Pública de Navarra, Mikel Casares destaca que la actividad económica "está retornando" a la normalidad, pero alerta de los obstáculos de la inflación y el endeudamiento de las administraciones públicas, al tiempo que destaca al Estado de Bienestar como pilar de sostenimiento de los derechos sociales.

¿En qué situación general nos encontramos después de dos años de pandemia?

—Estamos cerrando el ciclo que supuso la academia y la actividad económica está retornando a la normalidad. No obstante, hay dos problemas adicionales a los que existían en pandemia, que son la inflación y el sobreendeudamiento de las administraciones públicas. Los volúmenes de deuda han crecido mucho por la propia crisis sanitaria. Nos enfrentamos a un contexto en el que estos niveles de deuda pueden suponer riesgos para los presupuestos públicos y la economía en general. Es probable que haya una intervención de las autoridades monetarias para contener esta inflación.

¿Puede repetirse una crisis de deuda como la de 2012?

—El capital entonces a devolver era menor, pero los tipos de interés subieron bastante. Se produjo una subida de 400 puntos básicos en la prima de riesgo. Los problemas para devolver la deuda se generaron porque los intereses crecieron de repente. El sector privado fue el que más sufrió. Ahora hay un volumen de deuda mayor, pero los tipos de interés están muy bajos. No parece que el BCE vaya a subir los tipos y, si lo hace, no será demasiado.

En las comunidades industriales la recuperación es más notoria en la industria y no tanto en los servicios. ¿Teme que esta desigualdad se vaya a acentuar?

—El sector servicios es el que más se ha enfrentado a las restricciones. Creo que la recuperación llegará al sector una vez que estas limitaciones han desaparecido hace poco. Pero también existe una incertidumbre derivada del contexto de deuda y de los problemas que se van a extender como consecuencia de la guerra en Ucrania, como la crisis de suministros y de materias primas.

¿Qué lecciones cree que deja esta panademia a nivel económico?

—La primera es la importancia de la investigación científica. En un tiempo récord se desarrollaron vacunas y se produjo una respuesta sanitaria a la primera ola de la pandemia. Nos hemos dado cuenta de que el elemento sanitario es el más importante en nuestras vidas. Que una sociedad dedique una parte del PIB a la investigación, aunque a corto plazo no se vean resultados, es importante. La segunda lección es que tener un Estado de Bienestar consolidado hace que podamos repartir socialmente los costes de esta pandemia y que todos, independientemente de nuestra capacidad económica o estatus social, podamos acceder al sistema sanitario o a ayudas públicas. Nos debe hacer reflexionar sobre la importancia de Estado de bienestar, cuidarlo y que sea sostenible.

¿Como valora los proyectos planteados por el Gobierno de Navarra para los fondos europeos

—La magnitud del programa, si se diseña y se ejecuta repartiendo los fondos con criterios técnicos adecuado y con una extensión de oportunidades para todos los ámbitos sociales, puede ser la llave a una nueva senda de crecimiento. El propósito es que estos los fondos permitan una transformación de la economía hacia un modelo productivo sostenible con el medio ambiente . No obstante, falta una adecuación a la heterogeneidad que hay en la estructura empresarial de Navarra y del Estado. Es sencillo que grandes empresas puedan acceder a estos fondos, pero también habría que intentar que lleguen a las pymes o empresas que aún no han nacido.