Un hombre ha sido condenado a penas que suman cinco años de cárcel por violar a su exnovia tras pasar con ella una noche de fiesta por Irundurante la que tuvieron sexo consentido a cambio de dinero hasta que, una vez finalizadas las relaciones "pactadas", el procesado "quiso seguir" y la agredió sexualmente.

En un primer momento, la Fiscalía reclamaba para el procesado un total de once años y dos meses de cárcel por un delito de violación; otro de lesiones en el ámbito de la violencia de género; un tercero de maltrato no habitual; un cuarto leve de amenazas, un quinto también leve de daños y un sexto igualmente leve de hurto.

Durante el juicio por estos hechos celebrado este miércoles a puerta cerrada en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, el inculpado ha reconocido los hechos y se ha conformado con la pena de cinco años de cárcel y 180 euros de multa que finalmente ha demandado el Ministerio Público al aplicarle las atenuantes analógicas de adicción a sustancias estupefacientes y de reparación del daño causado.

El procesado también deberá compensar a su víctima con un total de 3.210 euros por las lesiones y los daños morales causados, y no podrá comunicarse con ella ni aproximarse a la mujer durante ocho años, han indicado a EFE fuentes del caso.

Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, los hechos se remontan a la noche del 6 de marzo de 2020, cuando ambos "salieron de fiesta" por la localidad, a pesar de que la relación sentimental que habían mantenido se encontraba rota desde hacía un año.

El documento del Ministerio Público aclara que a lo largo de la noche ambos "consumieron sustancias estupefacientes" y, en un momento dado, "acordaron mantener sexo" pagado en el domicilio de la mujer.

No obstante, "tras concluir el tiempo o actos de sexo pactado", el encausado "quiso seguir con ello" y, "ante la negativa" de la víctima, comenzó a ponerse "nervioso y violento" y la agarró del pelo y de la pechera.

Una situación ante la que la chica decidió pedir ayuda telefónicamente a una amiga que trabajaba en una cafetería cercana y cuando ésta acudió al domicilio, entre ambas mujeres lograron echar al encausado de la vivienda.

Una vez en el portal, en el que también se presentó un conocido de la víctima, el procesado "zarandeó" a su exnovia y "con ánimo de atemorizarla" la amenazó de muerte.

Finalmente, la damnificada volvió a su vivienda, aunque poco después su exnovio también regresó con la intención de recuperar su móvil que se había quedado en el interior y, como la chica no quiso abrirle la puerta, comenzó a "aporrearla" y a "patearla" hasta que la rompió.

De esta manera, el hombre volvió a acceder al domicilio donde, "con ánimo de mantener relaciones sexuales" con la damnificada, "la agarró del cuello con ambas manos y le intentó desnudar", y después le introdujo "dos dedos en la vagina" a pesar de que la mujer le pidió que no lo hiciera.

Para defenderse, la agredida mordió la mano del inculpado, tras lo que éste presuntamente le mordió a ella en la cara, en el brazo derecho y en el dedo índice de la mano derecha, al tiempo que la agarró del pelo y golpeó su cabeza "en repetidas ocasiones" contra la pared y "le propinó varios puñetazos en la cabeza y el cuerpo".

Finalmente, la víctima logró huir y refugiarse en la cafetería en la que trabajaba su amiga, tras lo que el hombre se marcho llevándose el móvil de su exnovia.