Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Por lo visto, ahora lo es más que nunca. "El aumento en la demanda de personas que quieren un perro ha sido una pasada, igual tres veces desde que empezara el confinamiento". Son palabras de Nerea Izaguirre, dueña de Usasku, un criadero de dálmatas y pastores vascos situado en Usurbil. No le falta razón a esta usurbildarra de 29 años. Según la estadística del Regia, el Registro General de Identificación de Animales de la Comunidad Autónoma de País Vasco, solo en Gipuzkoa hay 107.122 perros, una cifra que se ha triplicado en los últimos años. En total, en Euskadi hay una cantidad de 329.021 canes censados.

Su presencia en el medio urbano es un fenómeno que no cesa. Es, sin ningún género de dudas, el animal de compañía por excelencia, algo que se ha acentuado más si cabe a raíz de la pandemia que estamos sufriendo. El perro ha pasado de ser un animal con una función determinada a ser compañeros de vida y miembros de la familia. Se ha convertido en urbanita, algo que se percibe a diario en la calle. La tendencia sigue al alza. Y para muestra, un botón. Ares, una de las hembras dálmata de Usasku, fue madre hace casi dos meses de una camada de nueve cachorros que "ya están todos colocados".

Este criadero de Usurbil cuenta con cuatro dálmatas (la mencionada Ares, Mel, Bibi y Barrel) y otros tantos pastores vascos (Argi, Nova, Dana, y Tula). Asegura Nerea que "nunca sacaría una camada sin tener lista de reserva. No las sacamos por sacar y luego buscamos gente". Sostiene que "siempre hay mucha gente esperando". En Usasku ya están pesando en sacar para el año que viene una camada de pastores vascos porque "ya tenemos quince reservas".

Este aumento en la demanda le hace plantearse una pregunta a Nerea: ¿Qué pasará con esos perros que se han comprado o adoptado el día que se acabe la pandemia?. Lo que sí tiene claro la criadora guipuzcoana, a pesar de este incremento, es que "no voy a empezar a criar más porque haya más demanda". Entiende que "es algo que hay que hacer de forma responsable". Su función es "centrarse" en elegir familias que "realmente busquen un miembro más en la familia, no un pasatiempo más, ni alguien que les ayude en la caminatas ahora por el tema del coronavirus".

No se atreve a hablar de una lista de requisitos. "Nos guiamos por la intuición, por lo que puedan transmitirnos las familias, que les veamos responsables, que no sea un simple capricho de unas navidades", aconseja Nerea, que, a la hora de decantarse por unos o por otros, reconoce que tiene en cuenta dos factores, "o gente que lleva mucho tiempo buscando perro o que siempre han tenido perros y por la razón que sea, quieren un miembro más en la familia".

"mucha paciencia" A la hora de dar consejos a los primerizos, la primera palabra que se le viene a la cabeza es "paciencia" porque "cuando te llevas un cachorro a casa, todo parece muy bonito, pero hay que tener en cuenta que lo va a ser hasta que tenga, más o menos, dos años". Por eso "hay que tener mucha paciencia" y Nerea "siempre" aconseja que "se formen, porque es muy importante. Que compren libros, que hagan formaciones en educación canina...". Para Nerea es "algo fundamental" el hecho de formarse "en educación canina, tener las nociones básicas, lenguaje animal, comportamiento animal, cómo tenemos que tratarles". Y en este aspecto, "el adiestramiento y la educación canina son importantes".

En su opinión, tener un perro conlleva "mucha responsabilidad". Es más, "no lo puedes coger por coger. Vas a tenerlo contigo unos quince años de tu vida", advierte. "Vamos a tener que dedicarle muchísimo tiempo. No es coger y sacar el perro al parque y tirarle la pelota dos veces al día. Hay que dedicarle tiempo y el tiempo que le dediques, que sea de calidad para ellos", exige esta cuidadora que lleva con el tema de la crianza desde 2014. "Con los perros llevo toda la vida porque al vivir en un caserío, siempre hemos tenido perros", recuerda Nerea, para quien, desde pequeña, su "raza favorita" ha sido el dálmata. "Es un raza muy activa, pero en casa, con niños, sabe comportarse de una manera extraordinaria. Además son súper mimosos y cariñosos".

La razón por la que se decantó por la crianza de los pastores vascos fue otra. "Siempre hemos tenido en el caserío, pero me enteré que estaban en grave peligro de extinción y quisimos aportar nuestro granito de arena".

Los perros han entrado de lleno en los planes familiares, surgiendo de esta manera una relación infrecuente antaño. Si el perro siempre ha sido el mejor amigo del hombre, ahora lo es un poco más.