- Iñaki Telleria, en nombre de la Federación Guipuzcoana de Ciclismo, pone el grito en el cielo por el fallecimiento de otro ciclista en la carretera. Sobre todo porque “ha pasado en un sitio en el que hay proyectado un bidegorri, aceptado desde hace mucho y no se ha hecho nada. Es algo que te indigna todavía más”, confiesa este amante del ciclismo, más que cansado por lo que ocurre en las carreteras: “Hay veces que libras de milagro. Lo digo en serio. Es tristísimo hablar de esto, pero es la pura verdad”, lamenta. “Ir en grupo es la única forma que tienes de que te respeten”, se sincera el también presidente del Goierriko TB. Preguntado por si hay una solución, no tiene una respuesta clara: “Concienciación, multas... No sé. Si tuviéramos la solución, se hubiera aplicado”.

Habla del ciclismo como un deporte que “tiene sus riesgos”, pero como muchos otros. “Siempre digo lo mismo, ahora hay bidegorris. Tengo 47 años, hace 30, si hubiera vivido en Donostia, probablemente no hubiera llegado a ser ciclista porque salir de Donostia en bicicleta era un suicidio. Yo soy de Itsasondo y he convivido toda la vida con la N-I, con todo el tráfico que había. Me he acostumbrado a andar ahí. ¿Es peligroso? Es bastante más peligroso que el ajedrez, el fútbol y un sinfín de deportes, pero igual en el fútbol tienes lesiones más graves”, advierte.

Es consciente de que el ciclismo es un deporte que “está en auge”, tanto que comprar una bici en estos momentos “es una pelea dura porque no hay”, reconoce Iñaki Telleria, a quien no le tiembla el pulso cuando afirma que para practicar este deporte es necesario hacer “un desembolso económico importante”. “Con un balón juegan hasta 22 futbolistas, pero con una bicicleta solo anda uno. De eso somos conscientes”, asegura Telleria, que también denuncia que “estamos malcriando a los chavales”. Y se explica. “Tengo una hija y un hijo que andan en bici y en edad escolar tienen las adecuadas. En el club hay dos que tienen la bicicleta de la Fundación Euskadi del año pasado. Comprar esa bici a un infantil me parece indecente. Porque con 18 años a ese ritmo le vas a tener que comprar el BMW M3”.

Las aguas en el mundo txirrindulari también bajan revueltas debido a que la asamblea de la Federación Vasca de Ciclismo aprobó una subida del precio de las licencias de 135 euros a 160 para 2022, un aumento que contó con el rechazo de la Guipuzcoana. “Creemos que había otra solución, pero no queremos generar peleas entre las federaciones. Lo ideal es que rememos todos juntos e igual, si remamos al unísono, conseguimos algo. Porque si empezamos a pegarnos entre federaciones, que es lo que pasaba antes, volveremos al mal camino”, explica Telleria.

“Hay veces que libras de milagro; es tristísimo hablar de esto, pero es la verdad”, comenta el presidente de la Guipuzcoana