Un proyecto de investigación científica que se ha dado a conocer este martes en Orio demuestra que mejora "notablemente" la salud mental y la calidad de vida de las personas que tienen por costumbre cultivar alguna de las bellas artes, como puede ser la música o la danza.

No se trata de una mera conjetura sino del resultado de una experiencia llevada a cabo en septiembre del año pasado durante el confinamiento que tantos problemas de aislamiento provocó. La investigación se realizó entre personas mayores del territorio con una media de 70 años y de las comarcas de Urola Kosta y Donostialdea, que han seguido el método que emplea el músico e investigador oriotarra Xabier Lizaso, presidente de la Asociación do, re, ni.

"El arte es la mejor medicina para la salud mental. Creo que esta sociedad todavía no es capaz de calibrar en su justa medida el valor de la música. No solo es cultura. Su potencial se puede medir desde otros muchos parámetros", ha recalcado durante la presentación de esta investigación, junto al psiquiatra José Manuel Bragado, responsable de Salud mental de menores y adolescentes en Osakidetza; José Antonio de la Rica, director de Atención Sociosanitaria del Departamento de Salud del Gobierno Vasco y Anuska Esnal, alcaldesa de Orio.CÓMO SE GESTÓ EL PLAN

"A la luz de los resultados, creemos que esta metodología es de interés para mejorar el estilo de vida de todas las personas y, en particular, de quienes tengan dificultades cognitivas", ha señalado Bragado, quien ha desvelado cómo se gestó el plan de actuación.

Este psiquiatra llevaba un año de conversaciones con el músico oriotarra para idear un trabajo que permitiera medir el programa "do re ni" en la salud mental. La premisa era clara: comprobar si la música puede mejorar la vida de las personas fuera del dominio estrictamente musical. Tenían previsto para ello desarrollar la investigación durante cinco meses, pero obligados por el confinamiento se tuvo que limitar a septiembre de 2020.

Se crearon dos grupos homólogos, comparables en cuanto a edad y formación. Uno de ellos fue invitado a participar directamente en la experiencia de musicoterapia. El otro, quedó en lista de espera. Como ha señalado gráficamente Bragado, mientras unos "tomaban la medicina de la música", los otros "se quedaban en casa".

Se hicieron mediciones antes y después de la experiencia sobre el estado de salud mental, calidad de vida y cuadros de ansiedad y depresión para comprobar si la musicoterapia era realmente un instrumento que mejoraba.

El psiquiatra ha reconocido que un mes es un periodo de tiempo demasiado corto para que se perciban diferencias en el estado cognitivo de las personas, "Aun así, había una mejora en el primer grupo, una mejora de los resultados desde todo punto de vista". Cuando analizaron con más detalle los resultados, pudieron determinar que los mayores avances se daban en personas que cuando iniciaron la experiencia se encontraban mentalmente peor, más propensas a la ansiedad y la depresión. "Ha sido una experiencia muy valiosa y sin efectos secundarios", ha bromeado Bragado, convencido de las bondades de esta metodología como estimulante del envejecimiento activo.

PREOCUPANTE SALUD MENTAL

Los expertos han subrayado que actividades de este tipo se antojan más necesarias que nunca. Una ventana a la esperanza en un contexto en el que la salud mental se ha visto seriamente agravada, según ha alertado Bragado, tomando como referencia diferentes estudios.

Así, un 30% de quienes han superado la enfermedad por covid sufren problemas de ansiedad y depresión. La mitad de la población ha admitido malestar psicológico durante el confinamiento, y el 6% ha sido tratada con psicofármacos. "El pensamiento suicida ha afectado a un 10% de la poblaciónn. Es decir, estamos hablando de miles de personas en Euskadi que han tenido que lidiar durante estos meses atrás con la idea de quitarse la vida", ha señalado. Este psiquiatra ha alertado de la "emergencia geriátrica" que afecta a las personas mayores que viven en "soledad, altamente nociva y que hace tanto daño como el virus".

De la Rica ha incidido en la necesidad de detectar precozmente los riesgos socio-sanitarios que pueden acechar con el paso de los años. "Cuando todavía estamos activos y activas, es conveniente analizar qué elementos de nuestra vida puede suponer un riesgo".

El director de Atención Sociosanitaria del Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha apostado por coordinar estrategias en torno al envejecimiento "saludable y activo" para hacer frente a una etapa evolutiva que "no tiene por qué ser ni mejor ni peor que otras", aunque inevitablemente pierda peso el discurso social y aumente el riesgo de exclusión.

Para abordar en mayor profundidad esta realidad, se ha organizado este próximo sábado 18 de diciembre una jornada que tendrá lugar a partir de las 11.00 horas en el Club de Remo de Orio. Entre otras cuestiones, se hablará de salud mental y calidad de vida de la población mayor.

El encuentro contará con la intervención de clínicos e investigadores como el neurógo José Félix Martí Massó; el gerontólogo Javier Yangüas, la experta en Neurociencia de la Música Miriam Albusac Jorge, de la Universidad de Granada; el especialista en Didáctica Musical (Xabier Lizaso Loidi) y el psiquiatra José Manuel López Bragado, que profundizarán en los resultados de la investigación presentada este martes.