El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha destacado la contribución de Victoria Cañas, Gurutz Linazasoro, Fernando Salamero e Ignacio Uria, este último asesinado por ETA en 2008, a "preservar y fortalecer" los valores que representa la empresa vasca, motivo por el cual todos ellos han sido reconocidos con los 'Premios Joxe Mari Korta 2021'.

La ceremonia de entrega de estos galardones, cuyos premiados fueron dados a conocer el pasado día 11, se ha desarrollado en la sede de la Presidencia del Gobierno Vasco, en Vitoria-Gasteiz, y ha sido clausurada por el lehendakari.

En una breve intervención, Urkullu ha destacado "la visión, capacidad de anticipación y compromiso" de Victoria Cañas, Gurutz Linazasoro, Fernando Salamero e Ignacio Uria, así como la "trayectoria y entrega" de todos ellos.

"Contribuis a preservar, fortalecer y extender los valores que atesora la empresa vasca entendida como un proyecto compartido; los valores que representan las personas que emprenden, invierten, arriesgan y luchan por sacar adelante un proyecto que redunda en beneficio de la sociedad", ha añadido.

En el caso concreto de Inaxio Uria, empresario asesinado por ETA el 3 de diciembre de 2008, ha destacado que "su legado perdura hoy en la empresa que dirigió y en la que queda su impronta de trabajo, compromiso, honradez y visión de futuro por encima de todo tipo de dificultades".

Estos premios, instaurados en 2000 por el Gobierno Vasco, tras el asesinato por ETA del empresario guipuzcoano Joxe Mari Korta, reconocen el compromiso empresarial de personas con una amplia trayectoria profesional.

TRAYECTORIA DE LOS GALARDONADOS

Victoria Cañas es empresaria bodeguera e impulsora del BIAAF (Bilbao International Art & Fashion). Desde 2006, es la única propietaria de la bodega Díez-Caballero, que comercializa vinos en 14 países. Esta empresa exporta un 74% de su producción y tiene múltiples puntos de venta, mientras que su venta online representa el 34% de su negocio.

Junto con un grupo de mujeres emprendedoras, Cañas contribuyó a crear el Bilbao International Art&Fashion (BIAAF), que ha logrado tejer redes internacionales, posicionar Bilbao como referente en diseño emergente, formar una cantera de diseñadores jóvenes, e introducirlos en circuitos de vanguardia globales.

Gurutz Linazasoro es socio fundador y presidente de Vivebiotech, empresa guipuzcoana que, desde 2015, lidera la creación, en ese Territorio Histórico, de un ecosistema especializado en la biotecnología de la salud, orientado a la medicina personalizada y de precisión.

Vivebiotech es uno de los líderes europeos en el desarrollo y la fabricación de vectores virales. Esta compañía trabaja en 34 proyectos internacionales con 22 clientes, laboratorios y firmas de biomedicina de Estados Unidos, Europa, Asia y Oceanía.

Linazasoro es neurólogo especializado en la enfermedad de Parkinson y en enfermedades neurodegenerativas. Director del Programa de Terapias Avanzadas para el Alzheimer y Parkinson del Grupo Quirón Salud-Policlínica Gipuzkoa, y representante de Grupos Clínicos en la Plataforma Española de Nanotecnología, también lidera el Curso Nacional Anual de trastornos del movimiento.

Por su parte, Fernando Salamero es presidente de la Asociación del Grupo Bodegas de Rioja y de SEA-Bodegas Marquistas de Álava. Actualmente, preside la Asociación del Grupo Bodegas de Rioja, que representa más del 80% de la actividad vitivinícola en la Denominación de Origen Rioja. Hasta el pasado 20 de junio, y durante los últimos cuatro años, Salamero fue el presidente del Consejo Regulador de la DOC Rioja.

Este empresario desempeña el cargo de director general de Administración y Económico Financiera en Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal, en la que trabaja desde 1974. Desde 2011 y hasta la actualidad, preside SEA-Bodegas Marquistas de Álava, y también es miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Álava, en la que ha colaborado durante más de veinte años.

A TÍTULO PÓSTUMO

El empresario azpeitiarra Ignacio Uria, asesinado en 2008 por ETA, ha sido reconocido con el 'Premio Korta 2021' a título póstumo. Trabajador desde los 14 años, transformó, con la ayuda de sus hermanos, Imanol y José Mari, la pequeña empresa de construcción creada por el padre, Alejandro Uria, en una de las más relevantes constructoras del País Vasco.

La empresa Altuna y Uria ha participado en los principales proyectos de construcción de Gipuzkoa y de Euskadi: Kursaal, Museo Balenciaga, Autovía de Leizaran, AP-1, el segundo cinturón de Donostia, el trazado del Tren de Alta Velocidad, y el nuevo estadio de Anoeta, entre otros.

En 2007, la empresa Altuna y Uria resultó adjudicataria de un tramo de las obras del Tren de Alta Velocidad en Euskadi, un proyecto amenazado por ETA. En los meses siguientes, la compañía sufrió diferentes ataques, pero eso "no hizo que Ignacio tomará ninguna medida extraordinaria de seguridad, ni que alterase sus rutinas diarias", según ha recordado el Gobierno Vasco.