- Cuando ya habían desaparecido los ecos de las limitaciones y los horarios de cierre se habían desvanecido, la ciudadanía vasca podría tener que incorporar a su modus vivendi otro condicionante más: el certificado sanitario. El documento (en forma de código QR o en papel) sería una especie de salvoconducto para poder acceder a los locales de ocio nocturno y a los restaurantes con sillas para más de 50 comensales.

La decisión final será adoptada hoy por los magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). Y no será la primera vez que la última palabra sobre la evolución de la pandemia y su influencia en la vida diaria de la ciudadanía vasca esté reservada al juez Luis Garrido, presidente de esa sala, contrario a toques de queda, cierres perimetrales y limitaciones sociales.

La Fiscalía vasca se pronunciaba hace unos días a favor de la solicitud del Gobierno Vasco para autorizar la implantación del popularmente conocido como pasaporte covid. Entienden y razonan en su escrito que la petición no supone un tratamiento discriminatorio en ningún caso. La finalidad, argumentan, es prevenir la transmisión del virus y “proteger la vida e integridad física” de quienes se encuentran en el interior de ese local de ocio nocturno o de ese restaurante.

La Fiscalía defiende la “necesidad, idoneidad y proporcionalidad” de la medida en la actual fase expansiva de la pandemia. Incluso la propia ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha reconocido estos días pasados que las comunidades “tienen un camino abierto” para solicitar el certificado covid después de que el Supremo haya aprobado esta medida para Galicia, Catalunya y Baleares, por ejemplo. Y es que la presión de las comunidades en favor de la implantación del pasaporte covid ha ido en aumento en las últimas jornadas y ya son doce las que lo reclaman o que incluso piden un autorización integral.

En Galicia, por ejemplo, también se pide en los albergues de peregrinos y desde el viernes pasado es necesario para acceder a hospitales. A pesar de todos esos pronunciamientos favorables, Fernando Simón -cabeza visible del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias- cree que pedirlo para acceder a los locales de hostelería no tiene sentido con casi el 90% de la población diana vacunada con pauta completa.

La pelota queda, una vez más, en manos de la Justicia. Esta vez no solo Euskadi ha reclamado la adopción de esta medida para tratar de contener y atajar una nueva ola de transmisión comunitaria del virus y, de paso si es posible, incentivar la vacunación entre los 20 y 29 años, franja de edad donde hay más personas reacias a inocularse.

Nafarroa incluso propone que esté vigente durante unas fechas concretas (desde el sábado que viene hasta el día de Reyes). También en el caso de la CAV la implantación de ese pasaporte covid tendría una vigencia concreta ligada siempre y exclusivamente a la incidencia del virus: únicamente sería necesario recurrir a este pase covid cuando la tasa acumulada sea superior a los 150 casos en el conjunto de la geografía vasca.

Así las cosas, desde las nueve y media de la mañana, los togados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJPV analizarán los pros y los contras (jurídicos) de esa demanda. La afección a un derecho fundamental como es la libertad individual está ahí, pero también el derecho fundamental a la vida y a la salud pública. Con todo, la exigencia del pasaporte covid se presenta como la decisión menos gravosa para ayudar a frenar la circulación del virus entre la ciudadanía vasca.