bandonar tu casa para ir a un lugar muy lejano en busca de un futuro mejor es muy duro. Más aún si tienes que jugarte la vida en el viaje, en el país de destino hablan otro idioma y eres un ciudadano de segunda porque no te otorgan la ciudadanía. Necesitas trabajar en lo que sea para subsistir y los empleos precarios no te dejan tiempo para formarte y conseguir un trabajo mejor. Tres senegaleses afincados en Legazpi cuentan con la colaboración de la asociación Hotz Legazpi para salir de este bucle. Hotz Legazpi ha pedido ayuda económica a los vecinos para que Omar Lo, Ngagne Ngiaye y Ngagne Diop puedan dejar su trabajo durante unas horas y estudiar un curso de almacén y logística en Tolosa.

Lo tiene 25 años y Ngiaye y Diop tienen 27. Los tres abandonaron Senegal en 2018. Vinieron a la península vía Marruecos y cruzaron el estrecho de Gibraltar en patera. Lo y Diop llegaron a la península en la misma embarcación. Los dos estuvieron en un centro de acogida de Alzira y de allí vinieron a Euskadi, donde vive un hermano de Lo. Ahora residen con varios amigos en Legazpi. Ngiaye estuvo en un centro de Getafe y después vino a Legazpi, donde tiene varios primos. Vive con ellos. Lo y Diop comparten piso con varios amigos.

Como casi todos los inmigrantes procedentes de África, el viaje a Europa fue una pesadilla para ellos. "De Senegal a Marruecos se puede ir en coche o en avión. En avión es más seguro, pero más caro. En coche, los controles son mayores. Y cruzar el estrecho en patera es muy peligroso. Yo lo intenté tres veces. Las dos primeras veces nos pillaron los barcos marroquíes. La segunda vez se rompió la patera y murieron siete personas. Los marroquíes vieron cuál era la situación, pero no hicieron nada. Dejaron a la gente morir en el mar. Yo salté de la patera y subí al barco marroquí". A Lo se le humedecen los ojos cuando lo recuerda. "La tercera vez, nos recogió un barco de salvamento español y nos llevó a Almería. Pasamos casi un día en el mar".

Desde que llegaron a Euskadi, han trabajado como vendedores. Lo suele trabajar en las calles de Tolosa y Legazpi, Diop en Oñati y Legazpi, y Ngiaye en Ordizia y Beasain. Están a gusto en Legazpi y se muestran agradecidos a los legazpiarras. "Es un lugar tranquilo y la gente es muy buena. No hemos tenido problemas ni con la gente ni con la policía. La gente es muy simpática y nos ayuda mucho", comenta Diop.

Gracias a esa ayuda, están pudiendo estudiar. No en vano, ganan lo justo para subsistir y sin la ayuda de los legazpiarras no podrían formarse para aspirar a una vida mejor. "Tenemos que pagar el alquiler, el gas, la comida... Es muy difícil salir adelante. Queremos un trabajo mejor, pero sin papeles es muy difícil. Y para conseguir papeles, hace falta un contrato de trabajo", explica Ngiaye.

Por ello, decidieron hacer un curso de almacén y logística en el centro de Formación Profesional Tolosaldea. "Estamos muy contentos. Mientras estamos estudiando no podemos trabajar y además tenemos que pagar el tren, pero la gente nos está ayudando mucho. Hotz Legazpi, además de ofrecernos ayuda económica, nos ha dejado tres bicicletas para que tardemos menos de la estación a la escuela. Estamos muy agradecidos a Hotz Legazpi".

En diciembre acabarán el curso y después harán tres meses de prácticas. Están muy ilusionados. "Fue una amiga de Legazpi, Leire, la que nos recomendó hacer este curso. Creemos que hay trabajo como almacenero y estamos dispuestos a trabajar donde sea. Si queremos un futuro, tenemos que trabajar. Nuestro sueño es tener un contrato de trabajo, conseguir los papeles y poder ir a visitar a nuestra familia", cuenta Lo. Diop tiene mujer y un hijo de 5 años en Senegal, y en un futuro le gustaría traerlos a Euskadi.

Los tres legazpiarras están muy integrados en el municipio. Lo y otros senegaleses suelen jugar a fútbol con los chavales del pueblo en el patio de la ikastola Haztegi. "Los senegaleses de Legazpi hemos formado un equipo y queremos jugar con los equipos de los pueblos de alrededor, pero no tenemos dónde hacerlo", comenta Lo. Le gusta mucho el fútbol. "He estado dos veces en Anoeta con una amiga de Tolosa. Soy de la Real y mi jugador favorito es Isak". A Ngiaye también le gusta el fútbol, además de pasear y estar con los amigos. Diop dice que entre trabajar, hacer los trabajos de casa y hablar con la familia, se le va el día.

Colaboración ciudadana

Se ha abierto una cuenta para recoger donaciones que permitan financiar los estudios de estos tres jóvenes:

ES69 3008 0210 10 3302307719 de Caja Rural (concepto: Ikastaroa).

"Queremos un trabajo mejor, pero sin papeles

es muy difícil conseguirlo"

Vendedor ambulante y alumno de FP

"En Legazpi, la gente es muy simpática y nos está ayudando mucho"

Vendedor ambulante y alumno de FP

"Hotz Legazpi, además de ofrecernos ayuda económica, nos ha dejado tres bicis"

Vendedor ambulante y alumno de FP