Tres presuntos integrantes de una banda de atracadores acusados de dos asaltos con armas simuladas a un bar y a un estanco de Lasarte-Oria, de los que en conjunto, sustrajeron más de 8.000 euros, serán juzgados este mes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa.

La Fiscalía reclama para cada uno de los tres acusados penas que suman trece años de prisión, así como multas por un total de 1.800 euros, además del reintegro de las cantidades sustraídas a los comerciantes afectados, incrementadas con los correspondientes intereses legales.

Tras su arresto, el 25 de marzo de 2017 en las localidades de Irun y Donostia, los procesados fueron vinculados por la Ertzaintza con otros dos robos con violencia perpetrados en una librería y en una gasolinera de Donostia, si bien en la vista de la próxima semana únicamente serán juzgados por los presuntos delitos cometidos en Lasarte-Oria.

En su escrito de acusación provisional, al que ha tenido acceso Efe, el Ministerio Público sostiene que los tres imputados habían creado una "estructura criminal" que tenía "vocación de permanencia" en la que "existía un reparto de funciones bien determinado", de forma que dos de ellos accedían al interior de los establecimientos y presuntamente ejecutaban el atraco de forma material, mientras que el tercero llevaba a cabo funciones de apoyo desde el exterior, donde vigilaba las cercanías y presuntamente avisaba en caso de presencia policial.

De esta manera, sobre las 22.10 horas del 3 de marzo de 2017, dos de los imputados accedieron al interior del bar de Lasarte-Oria, "puestos de común acuerdo", "con la finalidad de obtener un beneficio ilícito", "con el rostro cubierto" y "portando un subfusil" al parecer "de carácter simulado".

Una vez dentro del local, presuntamente golpearon de forma repetida al dueño del negocio, al que maniataron con varios alambres y le preguntaron dónde estaba la caja fuerte, de la que presuntamente cogieron 7.000 euros y salieron al exterior, donde el tercer inculpado llevaba a cabo "funciones de apoyo".

A raíz de estos hechos, el propietario del bar sufrió un hematoma frontal y una contusión costal, lesiones de las que tardó cinco días en recuperarse con un perjuicio temporal "básico" de su "calidad de vida".

Unos días más tarde, sobre las 20.50 horas del 13 de marzo de aquel año, dos de los inculpados se introdujeron en un estanco de la misma población, esta vez "portando un arma corta de color negro", donde se dirigieron a la dependienta y, tras encañonarla, le ataron los pies y las manos con cinta americana y la dejaron en el suelo, donde supuestamente le pisaron "fuertemente" la cabeza, tras lo que le colocaron el cañón de la pistola en la espalda, a la vez que le requerían para que les entregara el dinero.

Tras apoderarse de 1.111 euros, los encausados abandonaron el establecimiento y dejaron a la mujer maniatada, "impidiendo que gozara de libertad para abandonar el lugar", si bien finalmente la víctima logró liberarse y pedir ayuda a unos viandantes.

El texto de la Fiscalía aclara que, mientras todo esto sucedía, el tercer imputado presuntamente vigilaba fuera del estanco ante la posible llegada de "fuerzas policiales" al lugar.

La mujer padeció una crisis de ansiedad por la que tuvo que ser medicada y sufrió 31 días de pérdida temporal de su calidad de vida habitual.

El documento del Ministerio Público concreta que, a raíz de las investigaciones desarrolladas, la Policía consiguió vincular a uno de los acusados con ambos atracos y, en el registro de su domicilio, fue descubierta una pistola negra simulada.

Asimismo, fue registrado un vehículo de su propiedad donde se localizó "diverso material para perpetrar atracos" como bridas, una chaqueta negra, una gorra, dos cascos, varias cintas americanas y cinco trozos de esparadrapo.

Según explicó en su momento el Departamento vasco de Seguridad los presuntos ladrones utilizarían estos esparadrapos para colocárselos en los dedos y evitar así su identificación mediante las huellas dactilares.

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de pertenencia a grupo criminal, de un delito de lesiones, así como de dos delitos de robo con violencia con la agravante de disfraz, uno de ellos en concurso con otro delito leve de lesiones y el segundo en concurso con un delito de detención ilegal.