- La Audiencia Provincial de Oviedo acogerá a partir de hoy la vista oral ante jurado popular por el asesinato del concejal de IU en Llanes (Asturias) Javier Ardines, cometido el 16 de agosto de 2018 y por el que la Fiscalía y la acusación particular solicitarán una pena individual de 25 años para cada uno de los cuatro acusados. En el banquillo se sentarán Pedro N.A., amigo personal de Ardines y presunto inductor del crimen por celos, residente en Bizkaia; los presuntos autores materiales y sicarios Djilali B. y Maamar K., y el señalado como intermediario, Jesús M.

El juicio, que se prolongará durante 18 sesiones a lo largo de noviembre, llega casi tres años y tres meses después del crimen, que exigió una ardua investigación que se prolongó durante seis meses hasta dar con los presuntos autores.

Ardines, de 52 años, formaba parte del Gobierno cuatripartito integrado por Vecinos por Llanes, PP, Foro e IU y tenía bajo su responsabilidad las áreas de Personal, Playas y Medio Rural como único edil de la coalición. El concejal había mantenido conflictos con la plantilla municipal que estaba pendiente de la nueva relación de puestos de trabajo en un consistorio con interinos, así como con un contencioso por incumplimientos a la normativa de costas. Esta circunstancia llevó inicialmente a los miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a centrar las primeras hipótesis en el móvil político ante supuestas enemistades.

Ante lo infructuoso de la investigación, los agentes dieron un giro para ahondar en el círculo personal de Ardines, lo que destapó un móvil pasional. Según el relato elaborado por la Fiscalía, Pedro N.A., amigo personal del edil, urdió el plan para acabar con la vida de Ardines después de descubrir, en diciembre de 2017, que mantenía una relación con su mujer, a su vez prima segunda de la esposa del concejal.

Fue en julio de 2018 cuando Pedro L.N.A., residente en Bizkaia, tomó la decisión de ejecutar su plan, sabedor de que su mujer pasaría el verano en una casa familiar próxima a la de Ardines, y para ello contactó con Jesús M. para que le buscase a personas que pudieran actuar como sicarios a cambio de dinero.

Uno de ellos, Djilali B. declaró ante la jueza que él y su compatriota argelino Maamar K. cobraron 25.000 euros cada uno, mientras que el mediador recibió otros 10.000.

Tras estudiar los movimientos rutinarios del concejal, los sicarios se desplazaron a Belmonte de Pría para ejecutar el crimen y, tras un primer intento fallido en la madrugada del 1 de agosto, ambos lo intentaron por segunda vez unas dos semanas después.

Según la versión de la Fiscalía, en la madrugada del 16 de agosto, los sicarios colocaron dos vallas de obra para impedir el paso del vehículo de Javier Ardines y cuando este se bajó para retirarlas, ambos le atacaron primero con un espray de pimienta y después le golpearon la cabeza con un palo o un bate de béisbol y le estrangularon hasta matarlo.

25.000 euros por sicario. La vida del edil tenía precio: 25.000 euros para cada sicario. Según consta en el sumario, los dos presuntos sicarios recibieron supuestamente esa cantidad y ambos se desplazaron hasta Belmonte de Pría, junto a Pedro N.A. y Jesús M., para estudiar la forma de llevarlo a la práctica.

Vallas. El crimen se llevó a cabo en agosto de 2018, cuando Ardines encontró tres vallas de obra que le obstaculizaban el paso cuando se dirigía al puerto de Llanes, para iniciar una jornada de pesca. Al bajarse de su vehículo para retirarlas, fue golpeado con un bate y luego asfixiado.