- La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, reconoció ayer que Osakidetza tiene “serias dificultades” para cubrir las vacantes que los profesionales de la Atención Primaria dejan al jubilarse, y auguró que esta situación se va a prolongar durante un tiempo.

Sagardui advirtió de este problema en una respuesta en el pleno de control al parlamentario de PP+C’s Carmelo Barrio sobre el encuentro en el que el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas consensuaron una declaración sobre la Atención Primaria, en la que Euskadi se abstuvo.

La consejera explicó que el Ministerio y los gobiernos autonómicos coinciden en el diagnóstico común de “escasez” de profesionales especializados en Atención Primaria y salud comunitaria.

Esto provoca que los gobiernos autonómicos se estén enfrentando a “serias dificultades” para encontrar relevos a los médicos que se van jubilando. El origen de este problema, según dijo, está en que la planificación MIR (Médico Interno Residente) que se hizo en su día para la formación de determinadas especialidades médicas “no contempló el relevo generacional que se avecinaba con la jubilación de muchos facultativos”.

Sagardui auguró que esta situación se va a prolongar durante un tiempo, lo que se agrava con la dificultad de “cuantificar” cuántas plazas se liberarán cada año por jubilaciones, ya que estos profesionales tienen la opción de acabar sus vidas laborales más allá de los 65 años.

- El Sindicato de Enfermería, Satse Euskadi, exigió ayer a la Dirección General de Osakidetza información específica sobre la decisión de trasladar la actividad de los cinco quirófanos del Hospital del Bidasoa, incluido el de urgencias, durante los 18 meses que duren las obras de modernización de su bloque quirúrgico, y alertó de los riesgos que ello implica.

A través de un escrito registrado de manera oficial, Satse solicitó a la directora de Osakide-tza, Rosa María Pérez Esquerdo, que ofrezca detalles de esta decisión en la próxima mesa sectorial.

Asimismo, Satse muestra su gran preocupación porque los servicios de Enfermería de Quirófano, Traumatología, Oftalmología, Ginecología, Cirugía General, Urología, Otorrinolaringología y URPA-REA Anestesia “se van a quedar sin quirófanos propios, lo que va a repercutir de manera negativa en la seguridad que recibe cada paciente”.

Según apuntó, esta medida va a “afectar seriamente” a las 90.000 personas que residen en la comarca del Bidasoa a las que este centro hospitalario ofrece servicio. Además, tras las obras, se prevé “una sobrecarga de trabajo considerable al tener que asumir en un corto periodo de tiempo la atención de los vecinos de Errenteria, Lezo y Oiartzun”.

A pesar de haberse reunido en varias ocasiones con el Gerente para hablar sobre este asunto, Satse lamentó que ha sido conocedor de este último hecho a través de los medios de comunicación. “Lo grave es que en la mesa sectorial celebrada el 23 de septiembre este asunto no se trató”, criticó.