El conflicto de las residencias de mayores en Gipuzkoa ha vivido hoy un nuevo capítulo con las acusaciones de ELA a la Diputación de incumplir el ratio usuario/trabajador que impone la ley y la respuesta de la institución foral, que acusa al sindicato de “dinamitar” el sistema de atención a los mayores por sus intereses “sindicales y políticos”.

Al igual que la semana anterior, el sindicato ha vuelto a convocar una rueda de prensa con varias trabajadoras de las residencias. Si la semana pasada desveló el contenido de un informe realizado por la propia Diputacion a raíz de una inspección de un centro residencial de Donostia, en la que se detectaron importantes deficienciasa raíz de una inspección de un centro residencial de Donostia, en la que se detectaron importantes deficiencia, hoy ELA ha comparecido para ahondar en su acusación de que la Diputación incumple los estándares legales en la relación que determina la cantidad de trabajadores por usuario.

“El ratio promedio de las residencias de Gipuzkoa es de 13 usuarios por cada trabajadora”, insiste ELA frente a lo que ha defendido estos días el diputado general Markel Olano de que son “dos usuarios por cada empleada”. Para ELA, esa cifra no se corresponde con la realidad, ya que, según el propio decreto de la Diputación “la media de usuarios por trabajadora alcanza los 13 residentes, muy lejos de lo defendido” por el diputado general.

El sindicato asegura que según el Decreto foral 38/2007 “un usuario medio de las residencia de Gipuzkoa recibe 111,014 minutos de atención directa al día”, de forma que “teniendo en cuenta que un día tiene 1.440 minutos, los 111,014 minutos de atención suponen un 7,7% del día”.

Además, añade que según datos del 7 de octubre de 2021 del personal en la residencia Txara I de Donostia, “hay 13 trabajadoras auxiliares de mañana para 116 usuarios (8,92 usuarios por trabajadora); seis trabajadoras auxiliares a la tarde para 116 usuarios (19,33 usuarios por trabajadora); y dos trabajadoras auxiliares a la noche para 116 usuarios (58 usuarios por trabajadora).

Por último, el sindicato ELA se ha dirigido al diputado general para recordarle que son las trabajadoras de las residencias las que han elegido “mayoritariamente en elecciones sindicales” a este sindicato para que las represente mayoritariamente, y que tras 252 jornadas de huelga y una pandemia, “la Diputación se niega de manera sistemática a escuchar de primera mano la realidad de las residencias y la propuesta del sindicato”.

“Empeñados en dañar”

La respuesta de la Diputación a estas acusaciones dibuja una realidad muy distinta. Ha sido la portavoz Eider Mendoza la que, a través de una nota, ha salido al paso de la versión de ELA, en primer lugar, recordando que el sistema de residencias se rige por el decreto aprobado este mismo año y no por el de 2007, al que alude ELA.

“El ratio es de 0,505 en atención directa”, es decir, que “por cada dos plazas, hay una persona trabajadora de atención directa. Si lo traemos a minutos de atención directa por día, por cada persona usuaria gran dependiente, se dedican 132 minutos diarios”, explicó Mendoza.

Según la portavoz foral, el decreto aprobado este año en Gipuzkoa detalla que el ratio de atención es de 0,429, frente al 0,295 que marca la norma del Gobierno Vasco, vigente desde 2019. “Por lo tanto, en Gipuzkoa para 13 personas usuarias hay 5,46 personas cuidadoras; en Euskadi son 3,83”.

Mendoza compara la situación en Gipuzkoa con otros territorios, para concluir que “se dedican 1.105 horas de atención total de profesionales al año por cada persona usuaria. En La Rioja, por ejemplo, se dedican 434 horas, en Extremadura 457 horas, 756 en Navarra, 814 en Bizkaia o 901 en Araba”.

En cualquier caso, más allá de cifras, la Diputación cree que la ofensiva de ELA contra el sistema residencial es política. A su juicio, los responsables del sindicato siguen “empeñados en dañar y en echar abajo cueste lo que cueste” el modelo de cuidados del que nos hemos dotado las y los guipuzcoanos en las últimas décadas”.

Por ello, advierte de que la Diputación no permitirá que se ponga en duda “la calidad y el buen hacer de toda la red de residencias del territorio, de todas las personas que trabajan en ellas, en beneficio de una agenda política que solamente busca desgastar el gobierno foral y dinamitar el sistema existente en Gipuzkoa, que cuenta con los mejores estándares de innovación, calidad, financiación, ratios y personal de nuestro entorno”.

Mendoza cree que “uno de los puntales de nuestro sistema de bienestar” no se merece que “se trate de embarrar de esta manera”, por lo que exigió a ELA que deje de difundir “manipulaciones e infundios interesados” que no hacen sino “alejar una solución” y que solamente buscan “alimentar una estrategia de publificación total del sector”.