La Semana Europea de la Movilidad 2021 se celebra este año del 16 al 22 de septiembre con el lema Movilidad sostenible, saludable y segura. Una campaña de la Comisión Europea dirigida a sensibilizar a los responsables políticos y a la ciudadanía sobre las consecuencias negativas para la salud pública y el medio ambiente de hacer un uso irracional del coche en la ciudad, así como de los beneficios de la utilización de modos de transporte más sostenibles como el transporte público, la bicicleta y los desplazamientos a pie.

NOTICIAS DE GIPUZKOA se suma a esta iniciativa europea en su compromiso por contribuir a reducir las emisiones de CO2y la dependencia energética y mejorar así la calidad de vida de los ciudadanos vascos.

En los próximos días, tanto en papel como en digital, diferentes empresas e instituciones expondrán una visión general de este cambio de paradigma, además de los retos actuales y futuros. Por ejemplo, Michelin expone hoy (ver página 9), las acciones que está desarrollando para reducir el impacto ambiental en el ciclo de vida de los neumáticos. Mañana sábado el Ayuntamiento de Hondarribia explicará sus acciones en la Semana de Movilidad; Irizar expone el trabajo que está realizando para los retos que plantea el transporte en el futuro, y la directora general de Mubil, Ane Insausti, habla en una entrevista del pionero centro que abandera la Diputación de Gipuzkoa.

¿Qué es la movilidad sostenible?

El concepto de movilidad sostenible se refiere al uso del automóvil particular, una opción que tiene consecuencias: problemas medioambientales y sociales. En concreto, este modelo de transporte urbano es el origen de la contaminación del aire, un excesivo consumo de energía, efectos sobre la salud y la saturación del tráfico en las ciudades.

En la actualidad, dependemos de forma importante del coche para movernos por la ciudad. El objetivo de la movilidad sostenible es aportar alternativas, reducir los impactos negativos de esta movilidad urbana y promover modos de transporte más ecológicos. De esta forma se contribuye a reducir las emisiones nocivas, y por tanto, a disminuir la contaminación atmosférica y a mejorar la calidad del aire en las ciudades.

El estilo de vida urbana produce un aumento de gases de efecto invernadero provocados por el transporte que preocupa cada vez más en las ciudades donde los índices de contaminación atmosférica empiezan a ser considerados como una cuestión de salud pública. En general, la movilidad sostenible implica tanto al transporte público (autobuses eléctricos o cero emisiones, metro, tren, tranvía, etc.) como al privado (peatonal, bicicleta, patinete o vehículo eléctrico, etc).

Entre las informaciones que recoge Selectra están los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), que constata que el transporte consume una tercera parte de toda la energía final en la Unión Europea. La mayor parte de esta energía procede del petróleo, lo que señala al transporte como responsable de una gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Por consiguiente, contribuye de forma importante al calentamiento global y a la contaminación atmosférica.

Transporte público, bicicleta o caminar

El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), según el Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), es un conjunto de actuaciones cuyo objetivo es implantar formas de desplazamiento más sostenibles en las ciudades como caminar, pedalear o utilizar el transporte público. De esta forma se reducen el consumo energético y las emisiones contaminantes. Además, garantiza la calidad de vida de la ciudadanía. Los PMUS tienen un ámbito de actuación local.

Pero, en el día a día de cada persona, ¿qué se puede hacer para contribuir? Habría que empezar por cambiar los hábitos de viaje, lo que puede redundar en disminuir emisiones de CO2, menos costes, beneficios en la salud, menos estrés y fatiga. Por eso es importante revisar el uso de los distintos medios de transporte según la distancia recorrida. Los expertos recomiendan, por ejemplo, caminar 20 minutos que equivalen a 1,6 kilómetros (precisamente la OMS aconseja al menos 30 minutos de actividad física al día). Otra opción es pasear 30 minutos en bicicleta que equivalen a 9 km, una acción que se puede dedicar a tareas cotidianas como hacer la compra o ir al trabajo.

Cambiar hábitos

En definitiva, se puede prescindir del coche adoptando nuevos hábitos para limitar el impacto medioambiental de cada persona. Una opción es compartir coche para hacer viajes o con compañeros de trabajo. Este uso compartido de vehículos permite reducir gastos, el mantenimiento y el seguro de un coche.

Adoptar un estilo de conducción eficiente y evitar ciertos comportamientos, como el exceso de velocidad o llevar neumáticos insuficientemente inflados, permite reducir el consumo de combustible. Cada acción individual ayuda a mejorar el planeta.