l turismo en Gipuzkoa trata de sacar poco a poco la cabeza de un otoño, de un invierno y de una primavera de oscuridad. Hasta primeros de mayo, las restricciones han marcado un año "nefasto" para los hoteles del territorio, hasta tal punto que la Semana Santa solo contó con movimiento dentro de la CAV. Ahora, el turista estatal y, sobre todo, "el cliente que repite" parecen ser los salvadores de un verano que está superando las expectativas de muchos hoteles.

"Estamos salvando el verano gracias al cliente que repite. Apenas hay extranjeros, algo inusual para esta época del año", asegura para este periódico Ainhoa Lazkano, propietaria del Hotel San Pruden-tzio de Getaria, que cuenta con sus diez habitaciones completas hasta finales de agosto.

Los propios vascos y, sobre todo, los madrileños, catalanes y valencianos han tomado el protagonismo en las calles de Gipuzkoa este verano. Una vuelta por el centro de Donostia cualquiera de estos días así lo atestigua. "Es la segunda vez que venimos. Nos gusta mucho el norte y estamos encantados con el tiempo", afirman Francisco y Gloria, un matrimonio madrileño junto a su hijo Ángel, gozosos de poder ir con una chaqueta por la calle.

Esta familia responde al tipo de visitante que ha optado por Euskadi en esta época estival. Un visitante que se hospeda en torno a cinco noches, que decide recorrer las capitales de la costa vasca y que huye del calor de otros puntos del Estado. "Teníamos ganas de conocer Donostia, pero sobre todo teníamos ganas de huir de los 44 grados de Jaén", comenta entre risas otra familia, formada por Antonio, Pepe, Lupe y Elena, que tenían claro desde marzo, cuando realizaron la reserva, que visitarían Euskadi este curso. "Es verdad que las semanas previas antes de venir hemos estado mirando cómo estaba la situación sanitaria, pero sabíamos que, a no ser que nos volviesen a impedir desplazarnos, íbamos a estar. Estamos los cuatro vacunados y ya no se tiene el miedo de hace un año", afirman.

Esta previsión de dónde pasar el verano no es, sin embargo, lo habitual. Si hace unas semanas la asociación de Hoteles de Gipuzkoa ya apuntaba que las reservas "iban muy lentas", los establecimientos hoteleros consultados por este periódico así lo confirman. "Mucha gente ha preferido esperar a ver qué pasaba antes de llamar, pero al final lo ha hecho", apuntan desde el Hotel Ordizia, que se enfrenta a su primer verano tras inaugurarse este mismo año. "No nos podemos quejar. Está yendo mejor de lo esperado, con entre un 55 y un 60% de las habitaciones en julio ocupadas", desvela su responsable, Eñaut Gereñu.

Misma imagen, aparentemente, se está dando en la capital del territorio durante los primeros días de agosto. "Pensábamos que iba a estar todo más tranquilo. Nos ha sorprendido porque venimos de Bilbao y allí no había tanta gente", apunta Antonia, rodeada de decenas de transeúntes en el paseo de La Concha.

"Comparar este último julio con cualquier otro año es absurdo, pero la media ha ido recuperándose. En agosto incluso contamos ya con un 65% de ocupación que seguramente crezca con las reservas de última hora", explica Raúl Fernández, del Hotel Arbaso, señalando que estas solicitudes con poco margen de tiempo se deben a un cambio en el perfil de visitante. "Antes, el verano era para un turista extranjero que reservaba con mucha antelación y ahora es principalmente estatal con poca antelación", cuenta, asegurando que el poco cliente de fuera que está viniendo a Gipuzkoa es francés y "sorprendentemente" norteamericano.

Aunque parece que Gipuzkoa no llegará a los registros de hace dos años, el territorio sigue teniendo mucho atractivo para los visitantes. Un atractivo que parece haberse multiplicado como consecuencia de la pandemia. "Muchos clientes agradecen que no estemos en el centro de una ciudad. Vienen buscando tranquilidad y estar cerca de la naturaleza. El covid ha cambiado el modelo", explica Gereñu, que pone la localización estratégica de su hotel como el principal reclamo para los visitantes: "Desde aquí pueden visitar toda Euskadi e incluso dirigirse a Francia. Y luego hay también un tipo de cliente al que le gusta ir al monte".

Ese es el caso de la pareja formada por José y Patricia, que han dejado atrás Madrid para hospedarse una semana en Oñati. "Nos gusta mucho el senderismo y hemos venido para hacer varias rutas", comentan durante un día de descanso de tanto monte para poder visitar Donostia. "Luego también están las playas de aquí, en las que no hace falta venir a las 8.00 horas para tener un hueco", añaden con alivio.

El contacto con la naturaleza también ha sido la principal razón por la que Pablo, Mar, Patricia y Sergio, cuatro amigos de Zaragoza, hayan decidido pasar cuatro días en el camping de Zarautz a pesar de conocer de sobra el territorio. "Hemos estado antes, pero venimos buscando el fresco", cuentan entre risas antes de dirigirse de excursión a Deba. El grupo es consciente de que un camping quizás no sea la mejor opción en época pandémica, pero confían plenamente en las medidas de seguridad.

"La gente viene segura. Ya nos hemos hecho todos, tanto los hoteles como los clientes, a los protocolos de desinfección", afirman desde el Hotel San Prudentzio, confiando en que el calendario de vacunación permita alargar la temporada de verano más allá de este mes. "La Semana Santa al final fue buena gracias a los propios clientes vascos, pero las limitaciones el resto de meses nos han hecho mucho daño", apunta, por su parte, Gereñu.

Las esperanzas de los hoteleros están, por lo tanto, en que el final de 2021 sea el principio de un cambio hacia la normalidad en el que el turista extranjero vuelva a la carga. "Septiembre no viene mal y a partir de octubre, con la reactivación de la Behobia y la Gastronomika pinta bien, pero todavía toca ser prudentes", señalan desde el hotel donostiarra Arbaso.

Hasta entonces, la buena imagen de Gipuzkoa entre los visitantes estatales parecer ser una más que notable estructura con la que aguantar el envite: "Es verdad que no es un cliente que consuma tanto o que tenga estancias tan largas, pero es un cliente que tiene claro que volverá".

"Hemos estado antes por Gipuzkoa, pero venimos buscando el fresco que hay aquí"

Amigos de Zaragoza

"Es la segunda vez que venimos. Nos gusta mucho el norte y estamos encantados con el tiempo"

Familia de Madrid

"Nos gusta mucho el senderismo y hemos venido para hacer varias rutas y disfrutar de la playa"

Pareja de Madrid

"Antes de venir hemos mirado cómo estaba la situación sanitaria, pero teníamos claro que vendríamos"

Familia de Jaén

"Muchos clientes vienen por la tranquilidad y la naturaleza. El covid ha cambiado el modelo"

Responsable del Hotel Ordizia

"La gente viene segura. Ya nos hemos hecho todos a los protocolos de desinfección"

Hotel San Prudentzio de Getaria