69%

La ocupación de las casas rurales de Gipuzkoa en julio se ha situado en el 69% según los datos de Nekatur. Esto supone un 20% más que hace un año e incluso un 5% más con respecto a 2019.

89%

Se espera que los datos sean todavía mejores este mes de agosto con hasta un 89% de ocupación gracias a las reservas de última hora. Con ello se volvería a superar la cifra de hace un año (70%) y de hace dos (80%).

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La ausencia de clientes extranjeros, no obstante, ha bajado la media de pernoctaciones, ya que se ha pasado de las diez noches que solicitaban los visitantes de fuera a las cinco como máximo de los clientes estatales y vascos.

- Si de la pandemia ha salido fortalecido algún elemento turístico es, sin lugar a dudas, los alojamientos rurales. La necesidad de un mayor contacto con la naturaleza y de estar alejado de las grandes aglomeraciones ha hecho que la ocupación en estos espacios de Gipuzkoa hayan superado en julio los registros de hace dos años. "El dato en el territorio ha estado en un 69%, una cifra que puede llegar hasta el 89% en agosto con las reservas de última hora", explica Idoia Ezkurdia, gerente de Nekatur.

El mes de julio dejó el pasado año una media de ocupación del 49%, que en agosto creció hasta el 70%. Este año, en cambio, las cifras han tomado tal impulso que incluso superan a las de 2019 (65% en julio y 80% en agosto). ¿Qué ha llevado a esta especie de boom por las casas rurales? "La gente, a pesar del contexto, está tranquila, principalmente, por dos motivos: la vacunación y el contacto con la naturaleza. Se busca poder estar en espacios únicamente con allegados, algo que ofrecen los alojamientos rurales", añade la responsable de la asociación de estos establecimientos en Euskadi.

Eneko Goiburu, propietario de la casa rural Ondarre de Segura así lo atestigua. "La pandemia ha cambiado la forma de viajar. Ahora prima la tranquilidad y la paz. Además, se nota que con el año tan duro que llevamos de restricciones la gente está necesitada de salir aunque sea un fin de semana", asegura. Los datos de su establecimiento este verano son buena prueba de ello. "Tal y como fue el comienzo de año no nos quejamos. En julio habremos estado con un entre 50 y 60% de ocupación y en agosto subiremos hasta el 80-85%", desvela.

Este crecimiento se produce además con un cambio en el perfil de cliente. Si antes el 25% se correspondía a extranjeros, ahora los visitantes de fuera "son puntuales". Tal y como ocurre en los hoteles, los madrileños, catalanes y valencianos tienen las casas rurales de Gipuzkoa entre sus destinos favoritos. Sobre todo en lo que se refiere a familias. "Al venir a una casa rural quieren ver animales y montaña y realizar actividades juntos. También se ve alguna pareja, pero son los menos", confirma Goiburu.

También están los propios vascos, aquellos que hasta la pandemia preferían irse fuera antes que conocer su entorno y que en la Semana Santa llenaron las casas rurales. Es lo que ocurrió en Ondarre, donde se pasó de abrir únicamente los cuatro días que son festivo en Madrid a tener que hacerlo las dos semanas ante el incesante número de solicitudes.

No obstante, este cambio también tiene su lado malo, ya que las reservas han pasado de una media de diez noches que dejaban los clientes extranjeros al máximo de cinco que realiza el público vasco y estatal.

Aunque por ahora las reservas de cara al otoño están prácticamente paradas, desde Nekatur se confía en que las casas rurales, tal y como eran antes de la pandemia, sigan siendo un plan habitual para la llegada del frío y la lluvia. "Esperamos que para final de año, gracias a la vacunación, la normalidad vuelva a su cauce y no haya limitaciones de movilidad o de grupos. La gente cada vez se siente más segura y no tiene miedo de hacer una escapada", observa Ezkurdia.

"Ya no se pregunta tanto como antes sobre los protocolos covid. La sensación es que poco a poco vamos a ir a mejor. Igual septiembre y octubre todavía es pronto, pero creo que la situación va a cambiar", añade Goiburu, quien cree que las reservas para esos dos meses llegarán a última hora. "Todavía queda un cierto miedo a que haya restricciones y se tenga que cancelar pero no al propio covid", concluye.

"Con el año tan duro de restricciones que llevamos, la gente necesita salir al menos un fin de semana"

Casa Rural Ondarre (Segura)

"Se busca poder estar en espacios únicamente con allegados, algo que las casas rurales ofrecen"

Gerente de Nekatur