- Aunque las vacunas han doblegado la curva de mortalidad del coronavirus, la factura en vidas humanas está siendo demasiado alta. Porque el covid mató en Euskadi el año pasado a un total de 3.096 personas, lo que supone el 12,8% del total de defunciones registradas ese año en la comunidad autónoma, que ascendieron a 24.247. Esa cifra supone además un exceso considerable con respecto a los últimos cinco años. Desde 2015 a 2019, se registraron, de media, 21.000 muertes al año. Sin embargo, en 2020, el impacto del SARS-Cov-2 sobre la letalidad fue brutal.

Los datos se dieron ayer a conocer en un momento crítico, en el que la quinta ola ha vuelto a desatar la incidencia más alta de la pandemia, con 870 casos por 100.000 habitantes. Un peligro evidente porque la alta incidencia acumulada significa una circulación "muy importante del virus", y también puede implicar enfermedad grave y fallecimientos, incluso dentro de los grupos de menor edad.

En la estadística más luctuosa dada a conocer por el Eustat, abril fue el mes en el que se produjeron más muertes por covid (1.065), aunque la evolución fue distinta en cada territorio en las distintas olas. En Gipuzkoa el mayor número de defunciones por esta causa se dio en abril y noviembre; en Araba en marzo y abril, y en Bizkaia en abril, septiembre y diciembre.

Los decesos provocados por el covid como causa principal se dividen entre las 2.775 confirmadas con un test específico y las 321 en las que, pese a no haber un análisis específico, fue la causa principal de muerte según el parte médico.

Bizkaia fue el territorio con mayor número de defunciones por esta causa (1.629), seguido por Gipuzkoa (872) y de Araba (595). Fue en este último territorio donde el porcentaje de muertes por covid fue más alto respecto del total de fallecimientos, con el 18,2%, seguida de Bizkaia, con el 12,3%, y Gipuzkoa, con el 11,3%.

En cuanto a las capitales, destaca Bilbao, con 626 defunciones motivadas por el coronavirus (14%), seguida por Gasteiz con 496 (20%) y Donostia con 252 (11%). Se llevaron la peor parte de letalidad las localidades vizcainas de Barakaldo, Basauri y Getxo, con 161 (12%), 99 (18%) y 92 (11%) defunciones por esta causa, respectivamente. En Gipuzkoa, Irun registró 48 y Errenteria, 46. El número de hombres que fallecieron fue superior al de mujeres, 1.582 frente a 1.514. Por edad, el 72,8% de las víctimas mortales debido a esta enfermedad corresponden a personas de más de 80 años.

Pero no hay que olvidar que el peligro sigue muy presente porque en Euskadi esta ola parece lejos de estabilizarse a la baja e iniciar una fase de meseta ya que la crisis sanitaria continúa con un alto número de contagios diarios, 1.576 nuevas infecciones. Con el agravante de que los más jóvenes siguen acumulando las peores cifras. En concreto, 860 casos, más de la mitad de los nuevos casos se localizan en el tramo entre los 10 y los 29 años.

Con estas cifras, la incidencia acumulada en 14 días sigue al alza y marca, por segundo día consecutivo, la más alta de toda la pandemia, con 870 casos por 100.000 habitantes. Este indicador presenta la tasa más elevada en Bizkaia, con 911, mientras que en Gipuzkoa baja a 839. La transmisión más elevada se sigue produciendo entre la franja de edad de 20 a 29 años (2.749 casos). Entre los chavales de 17 y 18 años se dispara a niveles estratosféricos con 5.704 casos. Por el contrario, la más baja es la de la población de 70 a 79 años (con 163).

El virus sigue al acecho porque el 52,7% de positivos son detectados por presentar síntomas mientras que solo uno de cada tres se localiza a través de la red de rastreadores. No obstante, la presión asistencial permanece prácticamente estable, ya que el miércoles ingresaron 43 enfermos en la red hospitalaria de Osakidetza y había un paciente más en los hospitales vascos a causa del coronavirus.

De hecho, se ha pasado de 232 a 233 hospitalizados en planta, mientras que se mantienen 60 pacientes graves en UCI. Sin embargo, a pesar de este panorama desolador, Euskadi descartó el martes, al igual que otras comunidades, exigir el certificado de vacunación para acceder a ciertos locales de hostelería como han hecho autonomías como la gallega.

Mientras en el Estado se confirma un inicio de cambio de ciclo, con una ralentización de los casos, y una incidencia a la baja, en la CAV, el índice RO va descendiendo poco a poco, y ya se contagian menos de una persona por cada positivo. Desde el 23 de junio, el R0 no se hallaba por debajo de este dígito y el miércoles estaba en 0,99, después de una semana de descensos ininterrumpidos.

Además, en estas últimas horas ha aparecido un nuevo brote en la cárcel de Zaballa. Catorce presos que ya habían sido vacunados dieron positivo en covid-19, tras realizarse test de antígenos después de que un interno mostrará "ligerísimos síntomas". Tras conocer el resultado, se hicieron test a los 69 internos del módulo, y, en total, son 14 los contagiados. Por prevención, ayer se realizaron pruebas PCR a los presos que dieron negativo, para confirmar el resultado de los test de antígenos, y todos los internos del módulo se encuentran en cuarentena.

Así las cosas, las instituciones vascas reiteran que no es momento de fiestas. Ayer, el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, y el presidente de Eudel, Gorka Urtaran, realizaron un "llamamiento conjunto, claro y contundente a la responsabilidad colectiva", porque "no son momentos de fiestas ni de no fiestas, sino de priorizar la salud personal y colectiva". E instaron a que este año, "como el pasado, no se celebren las fiestas que habitualmente tienen lugar en verano en nuestros pueblos y ciudades".

Tope al aforo

Euskadi no revertirá la reducción del 35% de aforo en interiores de establecimientos comerciales, culturales y deportivos hasta que "no se dé la vuelta" a la actual situación de nuevos contagios, según señaló ayer Bingen Zupiria. En relación a las protestas de los negocios afectados, recordó que a lo largo de la pandemia, se han tenido que adoptar "medidas que han repercutido en la actividad económica de muchos sectores".

LABI

"Cuando nos hemos enfrentado a esta quinta ola, los miembros del comité técnico y científico que asesoran al LABI , han propuesto que se limite la presencia de personas en espacios cerrados y se reduzcan los aforos", señaló.