El Comité de Empresa de Onkologikoa hizo público ayer un escrito en el que denuncia que este hospital especializado en el tratamiento del cáncer se encuentra “a la deriva”. Según los representantes de los trabajadores, desde que estalló la pandemia el centro presenta una ocupación media de camas inferior al 50%, gran parte del personal atraviesa periodos sin ninguna tarea de la que ocuparse y cada vez es más frecuente que pacientes oncológicos se deriven desde el Hospital Universitario de Gipuzkoa a la Policlínica, un centro concertado con Osakidetza.

Según el comité, los equipos y la dotación tecnológica de Onkologikoa, que en su día fueron punteros en la detección y el tratamiento del cáncer, han entrado en un proceso de “obsolescencia”, con parte de la maquinaria cerca de alcanzar su vida útil y quirófanos inteligentes cerrados. “Si no hay inversión”, denuncia el comité, “el centro quedará

condenado a un lamentable estado, con riesgo para su continuidad”.

Tras esta descripción, el comité emplaza al Departamento de Salud del Gobierno Vasco a solventar esta situación de “grave irresponsabilidad”. “Ninguna comunidad puede permitirse el no optimizar sus recursos sanitarios con la infrautilización de un hospital que funciona por debajo de su capacidad de rendimiento”.

La integración de Onkologikoa en el sistema sanitario público vasco se produjo el 1 de enero de 2019, tras la firma de un acuerdo entre el Gobierno Vasco y la Fundación Kutxa. Este vínculo contemplaba que los pacientes de Gipuzkoa iban a recibir una “idéntica asistencia” con independencia del centro en el que fueran atendidos, con una misma cartera de servicios y bajo una lista única. Los pacientes, en la práctica, no iban a notar esta integración, que sí supondrá una mayor coordinación de todos los profesionales implicados. No obstante, se trataba de una vinculación de carácter funcional, es decir, la titularidad de las instalaciones del centro hospitalario seguirían en manos de la Fundación Onkologikoa de Kutxa. Los trabajadores también pertenecen a la fundación.

Representante de la plantilla en el patronato

Precisamente, esta misma semana el Comité de Empresa también denunció que el Patronato de la Fundación Onkologikoa ha negado la presencia en dicho órgano de decisión del representante de los trabajadores. A juicio el comité, esta negativa a garantizar la presencia de un representante de la plantilla, tal y como lo establecen los estatutos de la fundación en su artículo 11 (“un patrono o patrona podrá ser nombrado en su condición de representante del colectivo de trabajadores”), “es fiel reflejo de una práctica oscurantista ante las decisiones que deberá adoptar el patronato de la fundación y un claro exponente de la falta de transparencia en el proceso de vinculación entre el Departamento de Salud del Gobierno Vasco y la Fundación Kutxa”.

Según el comité, el Patronato de la Fundación Onkologikoa les comunicó el pasado 6 de julio que en la sesión del 30 de junio “se incluyó expresamente en el orden del día la solicitud presentada por ustedes y que, previa deliberación, se acordó no proceder al nombramiento de candidatos por ustedes propuestos”.

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En última instancia, el comité recuerda que es la administración la que “pone el dinero”, “planifica la actividad asistencial” y “ordena los recursos humanos de ambos centros asistenciales (Onkologikoa y Osakidetza). Queda clara la dependencia del centro y de los trabajadores de Onkologikoa hacía el ente dominante Osakidetza, estando también subordinada la dirección deOnkologikoa a la de la administración pública”. Esta dependencia “justificaría sin titubeos, la reclamación de reconocimiento de personal laboral de la Administración Pública” de la plantilla.

La del comité no es la única denuncia que se ha hecho pública en las últimas jornadas acerca de Onkologikoa, ya que el que fuera director general del Instituto Oncológico Iñigo Jaca Arrizabalaga remitió a los medios y también a NOTICIAS DE GIPUZKOA un texto en el que ya lamentaba que “Gipuzkoa pierde un gran valor histórico y sanitario si desmantelan el Oncológico”. A su entender, “sería grave infrautilizar recursos de Onkologikoa ya financiados por el Departamento de Salud, mientras derivaban a los pacientes a un centro privado con un costo adicional o que por agravarse el problema en la demora, el paciente terminase recurriendo a la CUN pagándoselo de su bolsillo “.