- Por segundo año consecutivo, niñas y niños de los campamentos de refugiados saharauis no podrán pasar el verano con sus familias de acogida en Euskadi. La pandemia impide que se lleve a cabo el programa Oporrak bakean-Vacaciones en paz, cuando la situación en los campamentos está más apretada, ya que a la dura situación habitual -con temperaturas superiores a 55 grados- hay que añadir el actual contexto de conflicto armado con Marruecos. No obstante, el Frente Polisario, junto a ONG e instituciones de todo el Estado, ha ideado un plan alternativo en los mismos campamentos.

A la espera de que en 2022 se pueda reanudar la acogida, la iniciativa se llama Mensajes en las nubes. Está inspirada en la leyenda de que el pueblo saharaui es hijo de las nubes y en la idea de que en el cielo no hay fronteras. Con ella, se pretende mantener el contacto entre niñas y niños vascos y saharauis, así como la relación entre familias de acogida y biológicas, mediante el intercambio de mensajes.

Además, se quiere dar a conocer la situación del pueblo saharaui a través de un vídeo para difundirlo entre los clubes de tiempo libre y los centros educativos en septiembre. Según el grupo de trabajo de Vacaciones en paz, “las familias vascas lamentan no poder abrazar a los niños y niñas que atraviesan una situación más dura de la habitual, si cabe”. Para el año que viene, avisan de que se necesitarán 300 familias para recibir en verano a otros tantos menores en Euskadi.