- Un joven ha sido condenado a catorce meses de cárcel acusado de abusar sexualmente de una chica de 18 años que se encontraba en estado de ebriedad en un domicilio de Errenteria, según informaron ayer fuentes del caso.

Durante el juicio por estos hechos, celebrado el pasado mes de abril en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, un segundo joven ya reconoció lo ocurrido y se conformó con una condena a tres años y medio de prisión por haber violado a esta misma chica a la que también sustrajo su teléfono móvil.

Inicialmente, la Fiscalía reclamaba siete años de reclusión para este acusado pero al admitir lo sucedido accedió a aplicarle las atenuantes de dilaciones indebidas y de reparación del daño causado, ya que había consignado previamente en una cuenta del juzgado 3.000 euros, como adelanto de los 7.000 con los que deberá compensar a su víctima.

Tras este acuerdo, el juicio continuó con normalidad respecto al segundo procesado que, además de los 14 meses de cárcel a los que ha sido condenado ahora, deberá indemnizar con 1.000 euros a la chica y permanecer dos años en situación de libertad vigilada, entre otras penas accesorias.

el único deseo de "dormir"

Según la versión de la Fiscalía, los hechos enjuiciados sucedieron la madrugada del 26 de febrero de 2017, cuando tras pasar la noche alternando y bebiendo alcohol por distintos locales de Donostia, la víctima, junto a otros chicos y chicas, acudió a un domicilio de Errenteria, aprovechando que los padres de uno de ellos no se encontraban en casa.

Nada más entrar en la vivienda, la damnificada, que se hallaba afectada por el consumo de alcohol, "se quedó adormilada" en un sofá, hasta que poco después se encaminó a una de las habitaciones, "con intención de dormir" y se acostó vestida sobre una cama.

Al cabo de un tiempo, el acusado de violarla se tumbó junto a ella y, "con ánimo libidinoso", "comenzó a tocarle por todo el cuerpo, incluida la zona vaginal", e intentó besarla "de forma reiterada" con la oposición de la víctima que "le dijo claramente que la dejara en paz, pues lo único que quería era dormir".

No obstante, el inculpado permaneció en el lugar hasta que la mujer volvió a quedarse dormida, "sumida en un estado de sopor" debido "al agotamiento provocado por la previa ingesta de alcohol y la falta de sueño".

"Aprovechando tal circunstancia", detalla el escrito de acusación de la Fiscalía, y "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", penetró a la joven "sin su consentimiento" y sin que ésta, "debido al estado en el que se hallaba, se percatara de lo que estaba sucediendo, al menos totalmente" y sin que, "en cualquier caso, pudiera reaccionar para evitarlo u oponerse a ello".