- La Papelería Tamayo, situada en la calle Legazpi, se convertirá hoy en el primer negocio de Donostia que logra el Premio Nacional al Pequeño Comercio, dotado con 15.000 euros. La tienda fue fundada en 1914 por Tomás Tamayo, y según explica a este periódico Eugenio Tamayo, el actual dueño del negocio, la clave del éxito para llegar a la cuarta generación ha sido el trato personalizado y especializado que siempre ofrecen a los clientes.

¿Qué supone este premio para usted?

-Después de 45 años dirigiendo Tamayo y en este momento de cambio generacional, tengo el orgullo de que mis hijos sigan con el negocio. Voy a jubilarme el mes que viene y esto ha sido una consecuencia del compromiso con Tamayo y todos sus clientes, pero también con Donostia. Desde siempre hemos intentado ser una empresa comprometida con nuestra ciudad, con el arte y la cultura y, como donostiarra, es un orgullo ganar este premio.

¿Cómo ha aguantado en el tiempo un comercio histórico como la Papelería Tamayo?

-La clave ha sido una constante evolución. Yo soy bastante inconformista y creo que la mayoría de los comercios no se han renovado tantas veces como lo ha hecho Tamayo. En los 45 años que llevo con el negocio, he hecho muchos cambios y la mayoría de ellos en los tiempos de crisis. Creo que las crisis son una oportunidad para reinventarse, y saber adaptarse a los tiempos ha sido la clave del éxito de Tamayo.

¿Cómo ha evolucionado el sector en general?

-Sobre todo ha habido cambios en el cuadernillo de dibujo técnico. Con la aparición de la informática en los años 80, eso fue desapareciendo. Antes había un montón de marcas de cuadernillos que eran esenciales y en diez años desaparecieron totalmente. También ha habido mucho avance tecnológico y hay que apoyar todo el tema online. Pero sobre todo, hay que ser fiel al trato personalizado y especializado con los clientes. Eso también ha sido uno de los puntos fuertes de Tamayo. Nuestos clientes son como de la familia y la fidelización que tienen es increíble.

¿Cuál es su principal clientela?

-En cuestión de género, tenemos un 70% de público femenino. Tenemos gente de todas las edades, el porcentaje de la edad está muy repartido.

¿Cómo se planta cara a los comercios chinos o a las grandes cadenas multinacionales?

-Siendo muy consecuentes con nuestra filosofía de buscar la fidelización de los clientes a través de ese trato personalizado. Y sobre todo, teniendo una gran especialización. Al final, los productos de esas cadenas pueden ser más baratos, pero lo barato al final sale caro. Nosotros siempre buscamos la calidad y la diversidad.

Como curiosidad, ¿el público sigue demandando plumas y bolígrafos maravillosos?

-Sí, pero quizás, la pluma antes se vendía mas. Por otro lado, llevamos 30 años organizando un concurso de escritura con pluma. La pluma es idónea para que los niños aprendan a escribir porque permite tener la mano mucho más relajada. Para mí, es un error que los colegios de aquí hayan dejado de usar la pluma. Desgraciadamente, con la digitalización no se le da la suficiente importancia a la escritura y a la caligrafía. Nosotros siempre hemos apostado por eso y ahora no es un mercado tan importante como antes, pero hay un interés por mantenerlo. El que quiere encontrar una buena pluma de una buena marca y diseño tiene que venir a Tamayo.

¿Cuál es la joya de la corona de Tamayo?

-Para la escritura, lo que más vendemos son productos de Montblanc. Pero la mayor apuesta que estamos haciendo es por las bellas artes. Tenemos las mejores marcas en ese ámbito y también en material para hacer manualidades. También organizamos talleres de todo tipo de técnicas de manualidades y bellas artes. Además, solemos organizar cuatro importantes concursos de pintura al año en Gipuzkoa y los retomaremos este otoño.

Tamayo es un comercio implicado en muchas iniciativas de la ciudad. ¿Por qué?

-Por la responsabilidad social. Creo que los comercios pueden aportar a la sociedad, a la cultura y a la solidaridad. Colaboramos con todo tipo de actividades y, sumando las sinergías se pueden conseguir grandes cosas. Nosotros no paramos. Yo me jubilo dentro de un mes, pero no voy a parar nunca. Me voy a dedicar de pleno a seguir aportando proyectos a la sociedad donostiarra y guipuzcoana.

¿Se puede decir que a Tamayo le quedan muchos años de vida aún?

-Sí, esto no para. Ya está la cuarta generación en marcha y están Ainara e Ibai al mando. Yo siempre estaré ahí apoyándoles y siempre confiaré en ellos.

"Las crisis son una oportunidad para reinventarse, y saber adaptarse a los tiempos ha sido la clave del éxito"

"Me jubilo dentro de un mes, pero no voy a parar nunca. Me voy a dedicar de pleno a seguir aportando proyectos a la sociedad"