Las mascarillas dejarán de ser obligatorias en espacios exteriores a partir de este sábado pero la nueva normativa obligará a llevar una a mano para el caso de que no haya los 1,5 metros de distancia de seguridad interpersonal o sea necesario su uso.

No obstante, la mascarilla va a seguir siendo obligatoria en eventos multitudinarios que se celebren de pie al aire libre, en espacios cerrados de uso público, así como en los medios de transporte público. Asimismo, no la tendrán que llevar los ancianos en cuyas residencias el 80% tenga la pauta completa de vacunación, si bien los trabajadores que les atienden sí tengan que llevarla y las personas que les visiten.

"Todos los indicadores nos dicen que vamos en el camino adecuado y, con las altísimas tasas de vacunación es aconsejable que se empiece a introducir una flexibilización respecto al uso obligatorio de las mascarillas", ha ampliado la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

"Siempre hay que llevar una encima"

Tampoco tendrán que llevarla las personas con alguna enfermedad que les impida a utilizarla, ni los pasajeros de barcos o buques en sus camarotes o cuando estén en la cubierta y se pueda mantener la distancia de 1,5 metros.

"Son medidas progresivas, graduales y prudentes. Es una medida importante, que vendrá bien porque la ciudadanía la demandaba, pero hay que ser prudente", ha detallado Darias. "Siempre hay que llevar una encima", ha concluido.