- A falta de cuatro días para el final de la mascarilla obligatoria en exteriores y con los mejores datos epidemiológicos en once meses, lo lógico era que se rebajasen las expectativas y se hiciese un llamamiento a la cautela a la población. Le tocó hacerlo a Jonan Fernández, el coordinador de la Comisión Técnica del LABI, quien advirtió ayer de que la mascarilla "será necesaria aún en muchas situaciones en la calle".

Lo cierto es que las circunstancias en que la mascarilla podrá pasar a nuestro bolsillo están por definir todavía, pero a falta de herramientas que permitan identificar actualmente qué personas están vacunadas y son inmunes y cuáles no, el anuncio de Fernández hace presagiar que la regulación que se haga puede tener un componente importante de precaución. Por ejemplo, ¿tendrán dos personas inmunizadas no convivientes o más la obligación de protegerse si no respetan una distancia de seguridad determinada?

Según el coordinador, existe un consenso entre las distintas opiniones de los expertos de que "en los espacios naturales es realmente seguro andar sin mascarilla". Mencionó el "monte" y los "parques" expresamente, pero también dijo que "en los sitios en los que no ande mucha gente, quitarse la mascarilla sería una decisión adecuada", lo que da cobertura a infinidad de situaciones cotidianas en decenas de pequeños municipios de Gipuzkoa, donde las aglomeraciones se producen en espacios y momentos concretos.

Fernández fue entrevistado en el programa de ETB Egun on Euskadi, y reclamó precaución a la población, ya que, "aunque estemos en la calle o en una terraza, si andamos con muchas gente habrá que utilizar la mascarilla". Hay que recordar que la mascarilla será obligatoria en interiores y se deberá utilizar "en la calle también en muchas situaciones". "La mascarilla o en la cara o en el bolsillo, pero hay que seguir utilizándola", resumió el coordinador del LABI, quien aseguró que la mascarilla todavía va a dar mucha protección".

También el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) llamó a la prudencia y solicita al Ministerio de Sanidad y al Gobierno que regulen de un "modo concreto", "acotando bien los términos", en qué casos estará permitido quitarse la mascarilla cuando se esté en espacios al aire libre, algo que ocurrirá a partir del día 26, sábado. Y eso que los expertos coinciden ya en que este es un virus que se transmite por aerosoles, especialmente en lugares mal ventilados.

"Nos preocupa las bulliciosas calles y plazas de las fiestas veraniegas nadie utilice mascarilla", dijeron. Y aseguraron que, "de no regularse bien este aspecto, las consecuencias serán nuevos contagios, brotes y repuntes de la infección en pleno verano, entre personas de todas las edades.

"Hemos de recordar que entre los mayores vacunados siempre habrá un mínimo porcentaje de entorno al 5% que no están protegidos y podrían ser infectados si el virus aumenta su circulación; que las personas con solo una dosis de vacuna siguen siendo vulnerables, y que entre los menores de 45 años también ha habido muchos casos graves y hospitalizaciones", señaló el CGCOM en un comunicado. Tampoco se sabe cómo se regulará su uso en los centros de trabajo.

¿Demasiado optimismo? Lo cierto es que los datos epidemiológicos van viento en popa hacia el fin de la mascarilla en exteriores. Hay que remontarse al 13 de julio de 2020, hace más de once meses, para ver tan pocos contagios en un solo día. 14 positivos el domingo en todo el territorio, y no parecen un hecho aislado, si se comparan con los 31 del sábado y los 22 del viernes.

La incidencia desciende por primera vez desde el pasado verano de los 100 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Estaba en 106 antes del fin de semana, y ayer registraba 86. Y Gipuzkoa es ya claramente el territorio vasco con menor incidencia, y eso que las cosas también mejoran en el conjunto de la CAV, que no sufría tan pocos contagios en una jornada, 98 el domingo, desde el 26 de julio de 2020. Igual que en Navarra.

Euskadi tampoco tiene ya ningún municipio en zona roja y desde que se estableció el sistema de semáforos covid, por colores, a finales de septiembre y comienzos de octubre, nunca ha habido una incidencia tan baja como la actual. Con todo, hay que recordar que los 86 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y los 114 en el conjunto de Euskadi, siguen estando de la tasa que la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, calificó ayer de buena, 60 casos por cada 100.000 habitantes y "aún estamos lejos de ello", dijo.

Los datos de hospitalizaciones mantienen además su mejoría, aunque habrá que ver si la estabilización de las cifras en los últimos cuatro días es solo un hecho aislado o si vamos a experimentar otro repunte. No hay que olvidar que son aún 50 las personas que se debaten entre la vida y la muerte en la UCI por covid y que de ellos, un porcentaje importante puede morir.

"En los sitios en los que no ande mucha gente quitarse la mascarilla será una decisión adecuada"

Coordinador del LABI