Una creciente concienciación social sobre los efectos nocivos del tabaco, la financiación pública de los tratamientos farmacológicos para superar el hábito tabáquico, la situación sanitaria aparejada a la pandemia y el compromiso de los profesionales de Osakidetza para ayudar a dejar de fumar son los factores que ha enumerado la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, para explicar el notable incremento registrado en 2020 de las personas que iniciaron algún programa para abandonar el tabaco.

La consejera ha informado de que durante el pasado año la cifra de personas que han participado en las diferentes herramientas de deshabituación tabáquica que ofrece Osakidetza se ha multiplicado por 3,7. En concreto, el número de personas que iniciaron un tratamiento para dejar el hábito de fumar, siempre bajo supervisión de los profesionales de Osakidetza, ascendió a 7.820 -el 51% eran hombres-, frente a las 2.059 personas del año 2019.

Con motivo de la celebración el próximo lunes 31 del día Mundial sin Tabaco, Gotzone Sagardui, acompañada de la directora de Salud Pública y Adicciones, Itziar Larizgoitia y el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Victor Bustamente, ha reiterado el compromiso de Osakidetza y de todo el Gobierno vasco contra el consumo de tabaco, ya sea en sus formas tradicionales, como con productos que contengan nicotina (cigarrillos electrónicos, por ejemplo). Gotzone Sagardui ha advertido de que las personas fumadoras tienen mayor riesgo de desarrollar síntomas graves y fallecer a causa de la covid-19 y ha resaltado que la evidencia científica determina que el humo y las colillas son un foco importante de contagio.