"He mejorado el 300% de hace un año a ahora. En la actualidad, look que pongo, lo vendo". Quien así habla es Helena Iturralde, que dedica gran parte de su energía y su tiempo al escaparate sin límites de las redes sociales y la venta online. "Pero todo esto dirigido desde mi Instagram, los pedidos llegan porque el día anterior he estado hasta las tantas trabajando", asegura.

Sus publicaciones tienen un estilo propio que está logrando una muy buena respuesta, pero hay una cuestión que reivindica. "No he invertido un euro en CEO o publicaciones de pago. Esa es una de las cosas en las que pediría ayuda, no sé a quién pedir que me haga marketing digital. Yo no puedo hacer más cosas, ser empresaria, dependienta, escaparatista, compradora... No quiero cursos, quiero alguien que me lo haga", subraya.

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"Quiero llegar a otros mercados, a otros países a donde no llego, también a nivel del Estado, porque creo que primero te tienen que conocer cerca para luego pasar fronteras", añade.

"La evolución ha sido brutal, pero todas mis fuerzas, mis horas y dinero los he apostado por lo digital", asegura esta empresaria que afirma que esta faceta está tomando cada vez más peso. "Aunque no es lo normal, esta semana he vendido más online que en la tienda física", destaca.

"Hemos pasado de tener cinco pedidos a la semana a tener siete al día", pone como ejemplo Iturralde. Para ello, la dueña de Manila siempre está pendiente de alimentar Instagram. "Entre clienta y clienta visto a quien pille o cojo el trípode y me pongo a enseñar todos los vestidos de la tienda. Acto seguido me van llegando pantallazos, porque de Instagram van a mi web y me llaman y me preguntan la talla o lo que sea", explica.

Helena Iturralde asegura que tiene "una happy hour" de 23.00 a 1.00 horas. "Me imagino que son las madres que han acostado a los niños las que empiezan a ponerse en contacto. Con mi iPad contesto a todas y al día siguiente mando los pedidos".

Instagram es su herramienta estrella y la sabe usar. "Tengo mis fans que me compran y no tengo devoluciones", afirma contenta. "Igual un día me la doy, pero ahora estoy que alucino", señala.

"No soy community manager, no me da la vida para llevar bien también el Facebook, le doy a publicar cuando subo los contenidos a Instagram, pero no le hago mucho caso", reconoce esta entusiasta comerciante que trabaja un producto "con un ticket medio de 300 euros".

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"La clientela busca esa singularidad y la propuesta de looks completos, que es lo que yo mejor sé hacer, es mi fuerte. Luego hay otras cosas en las que soy un desastre", confiesa.

Pero lo que sube a Instagram lo vende. "Todo como está, con zapatos y bolso y todo". Para facilitarlo ha puesto en marcha una herramienta que ha bautizado compra por look. "Tú pagas 450 euros y compras el look entero, el que sale en la foto. Por comprar tienen un descuento o un regalo. A mí es lo que me funciona, la propuesta de looks", abunda Iturralde, que reconoce que "mi forma de ser o de enseñar las prendas me funciona, mira qué potra tengo. No me pidas que haga otra cosa, porque es lo que yo sé hacer, hablarlo, contarlo".

Lo que la clienta ve en algunos casos se envía a su casa, pero en otros también contacta con Iturralde para reservar lo que le gusta y pasarse después por la tienda.

La apuesta por lo digital para Iturralde es la apuesta de futuro. Tanto es así que en la actualidad se encuentra inmersa en el proceso de "migrar el hosting a otro superior para meterle caña a tope. Yo genero mis propias fotos. Tres días me llevo toda la ropa en coche a un estudio y con mi familia, clientas y gente que trabaja conmigo hago mis fotos. Eso es un plus que la gente valora, porque se vende más con las fotos en las que la ropa la llevan estas personas que con las de las propias firmas y las modelos".

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Iturralde tiene claro que el truco no está en la pelea con el grande. "No competimos. La digitalización en una tienda como la mía es una compra local. Soy yo, es mi tienda, no tengo un sitio en no sé donde con un montón de prendas. Ahora compro más por lo bien que va el online, pero esto es compra local", rubrica. Pero todo cuesta "muchas horas y mucho trabajo para que esto funcione".