El coordinador de la comisión técnica del LABI afirma que la mayor parte de los vascos ha seguido de forma responsable las recomendaciones del Gobierno vasco tras el final del estado de alarma, aunque reconoce que se han visto comportamiento inadecuado. Entrevistado en Onda Vasca-Grupo Noticias, Jonan Fernández reconoce que están preocupados por el hecho de que el aumento de la interacción social pueda traducirse en un subida en el número de positivos. Por ello, pide a la sociedad vasca un último esfuerzo y que respeten las medidas de prevención unas semanas más.

"Las próximas tres o cuatro semanas serán vitales y es necesario evitar contagios mientras aumenta la vacunación. Pido a la sociedad un último esfuerzo y seguir siendo rigurosos en el cumplimiento de las medidas de seguridad. Hagamos un esfuerzo las próximas tres o cuatro semanas y podremos estar avistando una situación diferent", dice Fernández, que señala que el objetivo es tener vacunada cuanto antes a la población mayor de 50 años. "Entonces el impacto sobre hospitales y UCIs se reducirá de forma muy clara".

NO JUDICIALIZAR LA PANDEMIA

Fernández explica que el Gobierno vasco no ha recurrido al Supremo el auto del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por una cuestión "de sentido pragmática", ya que la respuesta del Supremo no sería inmediata y, por lo tanto, no daría una solución a corto plazo. Además, insiste que la pandemia debe recibir una respuesta política por lo que que el ejecutivo no es partidario de judicializar la cuestión para no aportar más incertidumbre a la sociedad.

"Si hubiésemos recurrido ante el Supremo, hoy seguiríamos sin toque de queda. No queremos enredar a la sociedad en situaciones confusas. La vía del Supremo está llena de duda planteadas por juristas y por el propio Tribunal. No ofrece certidumbre”.

Además, el coordinador de la comisión técnica del LABI afirma que la solución tampoco pasa por solicitar un toque de queda para Euskadi ya que la pandemia afecta a todos. "Es cierto que la tasa de Euskadi es ahora más alta, pero en unos días puede cambiar. Que sentido tendría que Euskadi estuviera bajo el estado de alarma y las comunidades limítrofes no", dice Fernández para añadir que el ejecutivo vasco "no va a perder el tiempo en lamentaciones y quejas. Lo que toca es dar respuesta con las herramientas que tenemos”.