El centro de interpretación de los humedales de Salburua, Ataria, fue escenario en la mañana del sábado de un sencillo y conmovedor homenaje a las víctimas del covid-19 en el que tomaron parte las principales instituciones del territorio, incluido el lehendakari Iñigo Urkullu, y decenas de familiares de las personas fallecidas durante la pandemia. El acto sirvió también para hacer balance del programa de apoyo psicológico al duelo impulsado por el Gobierno Vasco, Betirako, que desde el 1 de junio del pasado 2020 ha atendido a más de 600 personas, de las que 260 siguen a día de hoy en proceso terapéutico.

Blanca Fuentes, que perdió a su padre en la primera ola de la pandemia y ha sido una de las decenas de vascas que han recurrido a Betirako a lo largo de este tiempo, dio lectura a una emotiva carta de despedida a las víctimas en la que puso énfasis en el “sufrimiento” compartido por todas las familias. Según los datos recopilados por Betirako, un 86% de ellas lamenta no haber podido acompañar en el final de la vida a sus seres queridos. Fuentes destacó que Betirako ha sido para todas ellas “un oasis dentro del desierto”.

Ya desde su puesta en marcha el Gobierno Vasco constató la necesidad de ofrecer este recurso público y gratuito a la población. No en vano, fueron 50 las solicitudes de ayuda registradas por el servicio en sus primeras 24 horas de andadura. Hasta la fecha, han sido más de 600 en total, casi dos nuevas al día. Sólo a lo largo de esta última semana se han registrado trece, según confirmó durante el acto la consejera de Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.

El 19% de las personas atendidas proviene de Gipuzkoa, por las 55% que lo hacen de Bizkaia y el 18% de Araba. La media de edad de las personas atendidas es de 52 años, más de la mitad de las cuales (el 54%) son hijos o hijas de la persona fallecida. En segundo lugar se encuentran las parejas, que representan un 23% del total.

Se puede contactar con Betirako a través del teléfono 900 908 744 o la web www.betirako.org. “Cuanto más tiempo se tarda en hacer la petición de ayuda, más dolor hay, más cuesta superarlo”, enfatizó Artolazabal.

Betirako es un servicio de carácter preventivo al que se puede acudir desde los primeros momentos en los que se origina la pérdida de una persona querida. Durante el proceso, los profesionales del recurso pretenden, por una parte, detectar los factores de riesgo que están dificultando la elaboración del duelo y, por otra, potenciar los recursos tanto externos como internos que cada persona y familia dispone. De esta manera, tratan de prevenir que los síntomas que provocan malestar psicológico acaben provocando una incapacidad para la vida y las relaciones en un contexto tan difícil como el actual.

Iñigo Urkullu agradeció la “comprensión y entereza” que han demostrado las familias en un año “muy difícil”, marcado por un estado general de “aturdimiento personal, incredulidad, soledad, incertidumbre y pérdida generalizada”. “Sabemos que hemos cometido errores”, asumió Urkullu, quien dio las gracias a las familias de las víctimas por su “ejemplo” y su “capacidad de superación desde el inconsolable dolor”. “Representáis un ejemplo para nuestra sociedad. Demostráis que, a pesar del sufrimiento, se puede caminar hacia un estado de calma, serenidad y aceptación”.

El 19% de las personas atendidas para superar el deceso de un familiar proviene de Gipuzkoa y la media de edad es de 52 años