El lehendakari, Iñigo Urkullu ha reconocido el sufrimiento que han vivido los allegados de los fallecidos durante la crisis de la pandemia de la covid-19 que no han podido despedir como deseaban a sus seres queridos y les ha trasladado su "más profundo sentimiento de comprensión y solidaridad".

El lehendakari ha presidido este sábado en Gasteiz un acto de homenaje a las personas que han perdido a familiares y amigos a causa de la covid y de otras patologías en unos momentos de confinamientos y restricciones que han impedido a muchos acompañar a los suyos en los últimos momentos.

Según la última cifra publicada por el Gobierno vasco, hasta el pasado miércoles habían muerto 4.130 ciudadanos en Euskadi como causa directa del coronavirus.

Este acto se produce cuando se cumple casi un año del programa Betirako (Para siempre), un servicio psicológico puesto en marcha por el Gobierno vasco dirigido a los familiares de los fallecidos para prestar ayuda en el proceso de duelo.

Mediante este programa psicólogos y otros profesionales de servicios socieducativos ofrecen espacios de escucha, información y orientación para ayudar a afrontar síntomas como la ansiedad, la depresión o el insomnio.

El acto, al que han asistido varios familiares de fallecidos, se ha celebrado en un momento en el que la situación epidemiológica en Euskadi es muy preocupante, con una tasa de incidencia acumulada de casos por 100.000 habitantes en 14 días que se sitúa, según el último dato oficial, en 540 casos, y con un elevado número de pacientes ingresados en los hospitales vascos, más de 700.

El lehendakari ha confesado que este último año ha sido "muy difícil". "Lo hemos puesto todo de nuestra parte, pero nadie contaba con un libro de instrucciones para afrontar esta crisis sanitaria y emocional con las consecuencias económicas y sociales que está teniendo", ha señalado.

Ha asegurado que las dificultades están siendo "múltiples" y cualquier medida tiene su "cara y su cruz, sus beneficios y sus consecuencias indeseadas".

Ha explicado que el Gobierno vasco ha tratado de mantener un equilibrio, primando la salud, pese a lo cual, ha dicho, se han cometido "errores".

"Hemos vivido y seguimos viviendo un estado general de aturdimiento personal, incredulidad, soledad, incertidumbre y tristeza generalizada", unos sentimientos, ha dicho, que "amplifican el dolor por la muerte de una persona querida".

El lehendakari ha agradecido la labor de los profesionales de Betirako que han estado con las familias para afrontar el duelo. Este servicio, ha añadido, permite ayuda a retomar la vida "con mayor calma, seguridad y bienestar".

También ha hecho un llamamiento a la sociedad vasca para que cumpla y respete las normas con rigor y solidaridad. "Este es el mejor homenaje que podemos tributar a nuestros seres más queridos", ha concluido.

El acto, que ha concluido con una ofrenda floral en recuerdo a los muertos, se ha celebrado en el centro de interpretación de los humedales de Salburua, Ataria, y los familiares que han asistido han estado acompañados, además de por el lehendakari, por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran.

Lecciones de la pandemia

Artolazabal ha señalado que solo desde el trabajo en equipo, la solidaridad, empatía y la cercanía con la ciudadanía se podrá seguir avanzando. "Tratar de aprender a vivir en la incertidumbre es una de las lecciones que nos dejará para siempre esta pandemia", ha manifestado.

Una de las personas atendidas por este servicio psicológico, Pilar Sandoval, que perdió a su marido, no pudo visitarle en el hospital de Txagorritxu de Vitoria. Tras su muerte pidió ayuda en Betirako para ella y sus hijas y hoy ha se ha mostrado muy agradecida por haber recibido un atención buena y un apoyo "enorme".

El programa Betirako, gratuito, ha atendido desde el 1 de junio de 2020 a más de 600 personas que han recibido un apoyo psicológico al duelo. La edad media de los que han utilizado este servicio es de 52 años y un 53 % de ellos han perdido a su ser querido por causa directa de la covid.