- La cepa británica del coronavirus sigue ganando terreno y se expande por la geografía vasca, donde ayer se superó el millar de contagios por segundo día consecutivo. Se han contabilizado 1.013 casos en las últimas horas, batiendo un nuevo récord en esta cuarta ola. La pandemia golpea con fuerza. Sube tanto la incidencia acumulada, hasta los 531,5 casos, como la tasa de positividad, que se sitúa en el 8,1%.

Hay algunos indicadores que fluctúan levemente en los últimos días pero por el momento se revelan insuficientes para anticipar un cambio de tendencia. Más bien todo lo contrario. La incidencia acumulada continúa disparada en Gipuzkoa y se espera que para hoy supere los 700 casos, convertido en el territorio más afectado, a gran distancia de Bizkaia (442,8) y Araba, donde ha bajado de 448,2 a 443,9.

Será necesario esperar los próximos días para confirmar un próximo "estancamiento" de la incidencia en Euskadi, según indicó la comisión técnica que asesora al Gobierno Vasco. Los expertos que apoyan al Consejo Asesor de Protección Civil de Euskadi (LABI) mantuvieron ayer una nueva reunión para analizar la actual situación.

La variante británica, que ha sustituido prácticamente por completo a la cepa original, es la causante de la alta transmisibilidad y supone un problema añadido al que hacer frente respecto a momentos de tensionamiento de olas anteriores. Los 1.013 nuevos positivos son once más que el martes, a pesar de que se realizaron 212 pruebas diagnósticas menos, con un total de 12.497.

Son 23 contagios más en Gipuzkoa de un día a otro, arrojando un total de 443 casos en las últimas horas. Las cifras más elevadas corresponden a Donostia con 89 contagios detectados; Irun con 28, Oñati con 24 y Errenteria con 23.

Por edades, en Euskadi el mayor número de nuevos contagios se sigue produciendo en las personas de entre 40 y 64 años (392 nuevos positivos), seguidas de la franja de edad de 19 a 39 años (244) y de los menores de 18 años (209 casos). Los mayores de 65 años contabilizan 167 casos, de los que 47 superan los 80 años.

La incidencia acumulada también sigue creciendo en Donostia (535,1) y Bilbao, que concentra 578,1 casos, mientras que la situación de Gasteiz se mantiene estable (467,5). A pesar de que la incidencia y la tasa acumulada siga creciendo, la comisión técnica del LABI prevé que en los próximos días se vaya "dibujando una meseta" que marque el inicio de un descenso progresivo de la incidencia acumulada en catorce días.

La velocidad de vacunación va a ser determinante para poner freno a una expansión del virus que sigue dibujando un preocupante panorama en la red hospitalaria, que soporta una alta presión, con cifras de pacientes similares a las que había en febrero. El último dato oficial refiere 714 enfermos ingresados, tres más que el martes, de los que 165 están en estado crítico en las UCI, siete más que el lunes.

El número de ingresos hospitalarios se acerca así al pico de anteriores subidas y, según el comité asesor, seguirá aumentado durante las próximas semanas. Ante esta perspectiva, no es momento de relajar ninguna de las medidas que están actualmente en vigor sino de "intensificar el rigor de su cumplimiento", según el diagnóstico realizado por el comité, que propone seguir haciendo llamamientos a la ciudadanía.

Hasta que no se avance en la vacunación "no llegará el momento de relajar las medidas". De hecho, la afección en el sistema educativo es cada vez mayor y ya son 128 las aulas que han tenido que cerrar por casos de infección. El comité asesor insiste en que es "fundamental" seguir haciendo uso de la mascarilla y reducir la interacción social al círculo de convivencia.

La comisión técnica también se pronunció ayer sobre el final del estado de alarma el 9 de mayo. No ven "adecuado" tomar una medida de esta naturaleza porque, según plantean, hoy por hoy no existe el soporte jurídico necesario para limitar la movilidad nocturna, restringir las agrupaciones de personas o mantener los cierres perimetrales, "que desempeñan una función preventiva fundamental como barreras eficaces" para reducir la transmisión del virus.

El número de ingresados en los hospitales vascos asciende a 714, de los que 165 están en estado crítico en la UCI