- La Diputación de Gipuzkoa ha elevado a 25 años la edad mínima de corte de las especies forestales para evitar que proliferen árboles como el eucalipto, que tiene un ciclo de crecimiento mucho más corto, en los espacios dejados por las plantaciones de pino afectadas por la banda marrón.

De esta forma, en las plantaciones de eucalipto no podrá efectuarse la corta a los 10 años como ocurre actualmente, sino a la misma edad que la establecida para los pinos, que es de 25 años -la de otras especias autóctonas es incluso superior-.

Aunque la presencia del eucalipto es "muy poco relevante" en Gipuzkoa -el 1% del total de la masa forestal, según el último inventario realizado- la institución foral ha optado por "tomar la delantera y prevenir". El objetivo es impedir "el desequilibrio" que podría suponer el aumento "masivo" de este tipo de plantaciones "en la diversificación de especies forestales que presenta Gipuzkoa", algo que ya ha ocurrido en otras zonas de la vertiente cantábrica, según afirma la Diputación.

La medida, aprobada en el Consejo de Gobierno, se aplicará a las plantaciones que se realicen a partir de su entrada en vigor. "Una política forestal eficaz requiere mirar más allá del corto plazo y tomar decisiones de futuro. El objetivo es conservar los activos que aportan los bosques del territorio, profundizando en la gestión forestal sostenible", destaca el ente foral.

Según la directora de Montes y Medio Natural, Arantxa Ariztimuño, la pretensión es "contribuir a conservar los activos que aportan los bosques a la sociedad, ligados al paisaje, el medio ambiente, la biodiversidad, los recursos renovables, o el disfrute de la naturaleza, partiendo de la cultura forestal que ha caracterizado al territorio". "Una política forestal eficaz requiere mirar más allá del corto plazo y tomar decisiones de futuro", señaló.

Ariztimuño indicó que al "desafío estructural del relevo generacional que el sector venía afrontando", se ha sumado el "gran impacto" provocado por la banda marrón, que supone "un punto de inflexión y una encrucijada" para muchos propietarios forestales "que han tenido que sustituir los pinares afectados por otras especies más resistentes a la enfermedad o inmunes a la misma".

En este sentido, explicó que la mayoría han optando por especies que tienen un turno de aprovechamiento incluso mayor que el del pino radiata, pero que le constan casos de superficies adquiridas por empresas o inversores externos con ese fin.

"Esta es una posibilidad que queremos atajar, por los efectos que podría tener sobre el medioambiente, y porque el arraigo es una de las características de los propietarios forestales de Gipuzkoa", destacó.

Además, Ariztimuño recordó que Gipuzkoa es "especialmente vulnerable a la erosión" por su carácter montañoso y abundantes lluvias, y que su masa forestal "es una de las principales protecciones contra esa debilidad" puesto que el 63% del territorio está cubierto por bosques.