-El semáforo del coronavirus es prácticamente monocolor en Gipuzkoa, donde el rojo que advierte de zonas de alto riesgo se ha adueñado de buena parte del territorio, incluyendo a Donostia, que quedará perimetralmente cerrada a partir de mañana, una vez que el Departamento de Salud dé a conocer hoy la lista negra de municipios que han superado el límite de contagios.

Nada menos que 45 localidades del territorio se encontraban en esta situación el pasado viernes, cuando se facilitó el último boletín. Gipuzkoa afronta una semana decisiva en su particular lucha contra esta cuarta ola de la pandemia, que sigue mostrándose virulenta. El territorio registró ayer también el mayor número de contagios: 346 positivos, por encima de los 323 de Bizkaia y los 97 de Araba, arrojando una tasa del 9,3%, la más elevada de la última semana.

La situación sigue siendo preocupante y se mantiene la incógnita en torno al momento en el que se toque techo en esta cuarta ola que deja un saldo de 511 ingresos hospitalarios desde el lunes hasta el sábado. Es una cifra solo comparable a la brutal incidencia que tuvo el virus en Euskadi el año pasado. La presión hospitalaria sigue siendo alta, con 80 nuevos ingresos por covid en la jornada de ayer. Son 17 enfermos menos que el viernes, pero el volumen de atenciones sigue siendo muy elevada. En una semana se ha incrementado un 26,8%

Los sanitarios insisten en que es importante que "nadie se sienta a salvo" ante el goteo de ingresos hospitalarios. El perfil del paciente es cada vez más joven. Una cuarta parte de los ingresados en las UCI de Euskadi tiene menos de 45 años. Ayer había 140 camas ocupadas, una menos que el viernes, cuando se registró el dato más alto desde el pasado 21 de febrero.

Uno de los aspectos más positivos de esta virulenta espiral es la escasa afección que el nuevo desafío sanitario está teniendo en las residencias de Gipuzkoa. A excepción del centro San Juan de Segura, donde una trabajadora no vacunada resultó contagiada y transmitió el virus a varios usuarios, toda la red foral ha sabido blindarse del virus que, no obstante, sigue muy presente a pie de calle.

Todo indica que hoy mismo Donostia pasará a figurar en el listado de municipios a los que se aplicarán medidas restrictivas que entrarán en vigor a partir de mañana, con la consiguiente afección a la movilidad, el ocio y el deporte. Su tasa de incidencia acumulada era en el último boletín de 416,14 casos por cada 100.000 habitantes, sumando 458 positivos en la última semana.

La resolución que hoy emita el Departamento de Salud dará a conocer también si los vecinos de Azpeitia, Deba, Eibar, Hernani, Mutriku, Urnieta y Zumaia afrontarán a partir de mañana una semana de restricciones. Entre ellas, no poder salir de los límites municipales, salvo para practicar actividad física al aire libre o realizar actividades socioeconómicas (de las que se excluye el consumo en bares y restaurantes) en la localidad colindante.

La curva de contagios no ha dejado de crecer desde el pasado 7 de abril, cuando Lazkao estrenó la lista de municipios en rojo de esta cuarta ola. Por el momento, a pesar de la grave situación, la comisión del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI) descarta adoptar nuevas restricciones en Euskadi, a la espera de la nueva reunión del jueves. Tras analizar la semana pasada la situación en la CAV, la comisión de técnicos considera que no son necesarias nuevas medidas porque las actuales "son de una intensa severidad". Entretanto, los profesionales sanitarios cruzan los dedos, a la espera de dejar atrás lo peor de la ola. "Habrá que ver en los próximos días si se toca techo, pero por lo que estamos observando la incidencia es muy alta. Esperemos que las medidas que se han adoptado surtan efecto", indicaba a este periódico el fin de semana Félix Zubia, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Donostia.

Los sanitarios animan a mantener el pulso durante dos o tres meses más. "Está clarísimo que sube la transmisión en cuanto nos juntamos mucha gente en espacios cerrados. Si aumenta el número de pacientes, subirá el número de camas ocupadas y los profesionales somos los que somos", alertaba Zubia, consciente de que un 20% de los ingresados fallecerá por coronavirus.

Gipuzkoa se encamina así hacia un verano en el que la progresiva vacunación de la población irá perfilando el escenario sanitario. Las dosis van llegando a la población más vulnerable y se espera un salto cualitativo cuando comiencen a inocular a la población por debajo de 50 años. Euskadi ha retomado estos últimos días la vacunación con AstraZeneca. Entre el miércoles y el jueves de la semana pasada se administraron 6.400 vacunas de la compañía británica en varios centros de Euskadi, incluyendo el Astelena de Eibar, que también se ha estrenado como vacunódromo para vecinos de la OSI Debabarrena, y que se suma a otras grandes instalaciones, como el estadio de Anoeta, Illunbe o el polideportivo Artaleku de Irun.

Todo ello con la incógnita aún por despejar de lo que ocurrirá el mes que viene, una vez que finalice el estado de alarma previsto para el 9 de mayo, con la consiguiente "incertidumbre jurídica" que plantea para el mantenimiento de medidas claves contra el covid, como la limitación de movilidad nocturna, la limitación de las agrupaciones de personas o los cierres perimetrales.

Una sidrería y un bar. Osakide-tza pide a las personas que acudieron a la sidrería Urbero de Itziar, en Deba, desde el 31 de marzo, que se hagan una prueba PCR en el Hospital de Eibar. El Departamento vasco de Salud solicita a los clientes del establecimiento que pidan una cita para realizarse la prueba en los teléfonos 943 032 644 o 900 203 050. La toma de muestras será hoy, de 15.00 a 21.00 horas, en un dispositivo que se instalará en el Hospital de Eibar. Mientras, los clientes que hayan acudido al bar Olakua de Oñati desde el 7 de abril también deben someterse a una PCR. Para pedir cita deben llamar al teléfono 943 035 430, o al Consejo Sanitario al 900 203 050. Los resultados se enviarán por sms.

La presión hospitalaria sigue siendo alta con 80 nuevos ingresos por covid durante las últimas horas en los centros sanitarios vascos