- Mañana volverán a ponerse sobre la mesa del LABI los últimos datos sobre la evolución de la pandemia en Euskadi. Para nada tranquilizadores, a tenor de lo visto durante estas últimas semanas. El martes siguiente, día 20, los especialistas del Comité Técnico repasarán las estadísticas más recientes aunque tampoco se esperan grandes cambios. Eso sí, por primera vez podrán hacerse una idea del escenario pandémico provocado tras la recuperación de la movilidad interna en la geografía vasca durante la Semana Santa.

No será, sin embargo, hasta el jueves 22 cuando el Comité Asesor del LABI -organismo presidido por el lehendakari Urkullu- analice todas esas consideraciones y evaluaciones científicas y se pronuncie sobre la conveniencia o no de endurecer las restricciones. A favor, que hasta que llegue esa jornada, la movilidad entre territorios históricos estará restringida. Incluso los desplazamientos interurbanos están limitados en medio centenar de localidades. Y todo porque la incidencia acumulada se ha descarriado debido fundamentalmente a la relajación social en el cumplimiento de las medidas básicas de protección.

La consecuencia ya se está sintiendo en los recursos asistenciales de la red pública vasca. De hecho, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, dejó caer ayer que, si la presión hospitalaria se mantiene o incrementa, será necesario volver a reprogramar servicios de atención, tal y como se ha hecho durante picos pasados de la pandemia. “Habrá que priorizar las atenciones en la red de hospitales”, telegrafió. El propio lehendakari expresó ayer que el riesgo de transmisión es muy alto e incidía una vez más en la necesidad de respetar las normas básicas de salud pública.

Y sin medias tintas reconoció que la situación “sigue siendo preocupante. Vamos a seguir analizando los datos día a día para anticipar las medidas que nos permitan superar esta situación cuanto antes. En estos días y los próximos, analizaremos las posibles medidas que la incógnita en el Estado español también nos haga adoptar”, enfatizó.

Revisar Bizi Berri

Otro factor valioso y significativo para la adopción de cualquier medida ese próximo día 22 tiene que ver con el proceso de vacunación. A pesar de sus particulares vaivenes y estrategias, los porcentajes de personas inmunizadas contra el patógeno está creciendo: 547.108 vacunas administradas hasta el momento, de las que 137.572 son segundas dosis. De hecho, según ha manifestado abiertamente el lehendakari Urkullu, la próxima revisión del plan Bizi Berri -el documento que guía la gestión del Gobierno Vasco frente a la pandemia y que se actualiza cada tres meses-, es necesario tener en cuenta el impacto que la vacunación contra el covid-19 puede tener en el desarrollo de la crisis sanitaria en los próximos meses.

Como también lo será el decaimiento del estado de alarma que pretende Moncloa para el 9 de mayo; y también la vulnerable cobertura jurídica a las medidas y normativas de seguridad y salud pública que pudieran ser adoptadas en Lakua. Todo ello corre en contra de la urgente necesidad de frenar la preocupante propagación comunitaria del virus en suelo vasco.

A día de hoy, la única certeza que envuelve al SARS-CoV-2 es su naturaleza dinámica, cambiante y letal. Eso, y la convicción de que cumplir con las medidas de salud pública en vigor son la vía más eficaz para evitar nuevas restricciones.

Con todo, el portavoz del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, quiso quitar gravedad a cualquier quiniela para ese próximo día 22 y recordó que las normas preventivas vigentes en la CAV son “muy exigentes” y “severas”.

Los apuntes

Análisis. El lehendakari Iñigo Urkullu acudió ayer a la reunión de la Comisión Técnica del LABI porque estaba interesado en escuchar directamente cuál era su análisis y pronóstico sobre la actual situación del covid-19, así como las previsiones que existen sobre su evolución.

Revisión. Teniendo en cuenta el progresivo incremento de la cobertura vacunal, en la próxima revisión del plan Bizi Berri -se hace cada tres meses- se podrían modificar algunos indicadores y contenidos, motivo por el cual el lehendakari tuvo ese especial interés en escuchar el análisis de los expertos de la Comisión Técnica del LABI.