- En stand-by, con un porcentaje de inmunidad ante el covid en su organismo y sin saber cómo se resolverá su vacunación. Así permanecen los menores de 60 años vascos que ya han recibido la primera dosis de la vacuna AstraZeneca y para los que la citación de la segunda inyección ha quedado en un limbo tras la decisión del Ministerio de Sanidad del Gobierno español de paralizar el antídoto de Oxford por la aparición de posibles trombos relacionados con ella. Ante esta tesitura, el Gobierno Vasco trabaja sobre tres posibles escenarios -completar la inmunización, no poner ninguna inyección más o usar otra marca-, teniendo en cuenta que los efectos de una dosis duran como mínimo cuatro meses.

Según los datos de Osakidetza, en Euskadi han sido vacunadas 148.200 personas con AstraZeneca. Ninguna de ellas ha recibido la segunda de las dosis. Tal y como informó ayer la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, la inoculación continúa en Euskadi para los mayores de 60 años, pero, ¿qué pasará con los menores de esa franja de edad, ertzainas, profesores y profesionales de servicios sociosanitarios en su mayor parte?

Mientras el Gobierno español analiza qué decisión tomar, algo para lo que se estima que tardará varias semanas, Sagardui reconoció ayer que desde Euskadi se trabaja sobre tres posibles escenarios. El primero de ellos es el de recuperar el antídoto y, al igual que ha hecho Reino Unido, mantener la segunda dosis de AstraZeneca. No obstante, en las islas británicas sí que se ha ofrecido una vacuna alternativa para los menores de 30 años ante una posible relación de raros coágulos sanguíneos y el antídoto en personas de 18 a 29 años. La propia consejera apuntó que "mantener la confianza en las ventajas de esta vacuna, muy superiores a los riesgos que entraña" será clave para garantizar que el 70% de los vascos estén vacunados para finales de verano.

Si la Agencia Europea del Medicamento desaconseja esta acción, se abre un segundo escenario: el de mantener a este colectivo sin un segundo pinchazo. La inmunidad de AstraZeneca con una única dosis dura cuatro meses como mínimo y su eficacia supera el 70%. La situación sanitaria en Euskadi en este tiempo puede ser completamente diferente y para entonces quizás el riesgo de contagio sea menor y ya no sea necesario inmunizar a toda la población.

El tercer escenario, por su parte, depende de las investigaciones científicas. Se trata de utilizar otra marca para completar la protección, algo que, por el momento, se desconoce si es efectivo y si existe riesgo de posibles efectos secundarios.

Mientras el Ministerio de Sanidad decide cómo actuar -en todo el Estado hay 2,3 millones de personas con la primera de las dosis del antídoto británico-, en Euskadi continúa administrándose la vacuna en personas de entre 60 y 65 años. Una vez se concluya con este colectivo, se proseguirá la inoculación con los menores de 70 años.