- Inglaterra retornó ayer a una ralentizada actividad comercial con la reapertura de negocios no esenciales como grandes almacenes, peluquerías, pubs y gimnasios, en la nueva fase de un desconfinamiento gradual que debería culminar con el fin de las restricciones dentro de poco más de dos meses, el 21 de junio.

Nervios, emoción y una cierta ansiedad predominaron entre los comerciantes y el creciente público que se sentó pese al frío en las terrazas de bares y restaurantes -el interior permanece cerrado- o se acercó a las tiendas del centro en busca de contacto humano o bienes de consumo menos accesibles por Internet.

Tras posponer una prometida pinta de cerveza a raíz de la muerte el pasado viernes del duque de Edimburgo, el primer ministro, Boris Johnson, urgió ayer a los ciudadanos a “comportarse responsablemente” para no socavar el programa de vacunación, que ya ha inmunizado con una primera dosis a más de 32 millones de personas.

En la tercera fase de la desescalada, que se aplica a diferente ritmo en Irlanda del Norte, Escocia y Gales, el Gobierno del Reino Unido revelará en mayo qué países considera un destino seguro, con el objetivo de reanudar los viajes al extranjero el 17 de ese mes, cuando también se relanza el sector cultural.

Con el libro de reservas a tope, las peluquerías y salones de belleza están entre los establecimientos más solicitados en esta segunda fase del desconfinamiento, impuesto el pasado enero para contener el avance de la tercera ola de la pandemia.

El panorama es más variado para el castigado sector de la restauración y la hostelería, donde toldos, sombrillas y calefactores conforman el nuevo mobiliario.