Euskadi arranca su segunda Semana Santa en pandemia inmersa en un escenario desalentador. La variante británica del virus, la más contagiosa, es ya prevalente en la comunidad y ha provocado que la positividad vuelva a dispararse. El viernes se elevó al 5,8%, tercer día consecutivo en el que este indicador supera la barrera del 5%, lo que supone, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el coronavirus se propaga muy rápido y por lo tanto no está controlada la transmisión comunitaria.

Además, este sábado se registró la jornada con más ingresos hospitalarios desde el 12 de febrero. En las últimas horas, un total de 70 personas fueron hospitalizadas en la red de Osakidetza con cuadros severos de covid. En una sola jornada se duplicó así el número de vascos que precisaron atención hospitalaria, ya que el jueves apenas fueron 37.

La pandemia continúa su escalada en Euskadi, que estaría viviendo su cuarto pico tras los registrados en marzo, agosto y noviembre y el posterior a Navidad.

La temida cuarta ola de la pandemia de coronavirus se fragua desde hace un par de semanas. Larvada dentro de una calma tensa, los datos no dejan de repuntar. Euskadi acumula ya más de dos semanas con la curva de casos escalando, y un ascenso initerrumpido de la tasa de incidencia. El jueves, último dato publicado, dicha tasa se sitúaba en 253,7 casos por 100.000 habitanes, la más alta de todo el Estado.

Los indicadores apuntan a la cuarta ola aunque está por ver cuánto crecerá y a qué velocidad. En Europa, a fecha 25 de marzo, la mayoría de países de nuestro entorno, salvo Portugal con 66,5 casos, tienen altas incidencias; Francia (619,7), Italia (526,0), Alemania (217,1) y Reino Unido (117,0). También gran parte del territorio español confirma el cambio de tendencia y comienza a mostrar síntomas del inicio de una cuarta ola.

Todo ello, a pesar de que los nuevos casos de covid-19 en Euskadi bajaron ligeramente en la última jornada, al detectarse 592 nuevos contagios, doce menos, pero todavía se mantiene cerca del umbral de los 600. También desciende ligeramente, en concreto dos décimas, la positividad que se establece en un 5,8%. Según informó el Departamento de Salud, el pasado viernes se realizaron 10.254 pruebas diagnósticas (214 más que el jueves), con el resultado de 592 resultados positivos (5,8%).

Sin embargo, es la situación en los centros hospitalarios la que más preocupa ahora ante el evidente empeoramiento ya que encadenan máximos de ingresos. Setenta personas con coronavirus ingresaron el viernes en planta, lo que supone 33 más que el jueves, cuando solo entraron 37. Además, la presión en las UCI se ha cronificado y resulta realmente dificil bajar el nivel de ocupación.

No se consigue tampoco rebajar la tensión en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales vascos. Actualmente, se encuentran en ellas 86 personas en un estado muy grave, dos más que el día anterior. Y resulta complicado bajar del escenario 3 del plan de contingencia previsto. A pesar de esta escalada de casos, una semana más, Asturias y la CAV son las regiones donde mayor cuesta hacer un rastreo de contactos estrechos de los casos positivos, pues sus porcentajes de trazabailidad no llegan al 30%. En el extremo opuesto están Galicia y Navarra, con más de un 80%.