- El periodista, escritor y consultor ambiental Santiago Vilanova (Olot, 1947) ha advertido, en una entrevista, que “el cambio climático no tiene vacunas” y que “hay que tomar medidas drásticas y efectivas” lo antes posible para evitar “el colapso”, ante el que propone un “15-M ecológico”. Vilanova, que preside la asociación Una Sola Terra y que en 1983 fundó el partido ecologista Els Verds-Alternativa Verda, acaba de publicar el libro L’emergència climàtica a Catalunya. Revolució o col·lapse, en el que sintetiza la opinión de varios científicos para definir “el colapso medioambiental en Cataluña”.

El autor estructura el libro en tres partes: en la primera expone las condiciones de colapso actuales; en la segunda reflexiona sobre la gestión de los gobernantes de la crisis climática; y termina con el análisis de la presente revolución social de cambio. El libro describe la existencia de un cambio entre la población en cuanto a las formas de consumir y de viajar, pero Vilanova puntualiza que “eso no liga con las ordenanzas y la gestión de los gobiernos y los parlamentos”.

Vilanova culpa a “la gran inercia por parte de las grandes empresas y de los oligopolios energéticos que, hasta ahora, se han aprovechado de los recursos fósiles, el carbón, el gas natural y del uranio para enriquecerse”. “Es contradictorio -dice- que haya que caminar hacia una sociedad 100% renovable hoy en día y ver que los políticos y la UE están apoyando toda esta inercia de los recursos fósiles”. El consultor ambiental remarca que la energía nuclear, y todos los beneficios que aporta a las instituciones y a las empresas, ha sido uno de los motivos principales por los que el Govern no ha desarrollado la energía renovable en Cataluña durante las últimas décadas. Explica que quiere “desmitificar” el optimismo del 100% renovable, ya que “la economía debería supeditarse a la ecología porque ambas son compatibles, siempre y cuando la economía respete las leyes de la naturaleza”.

Según Vilanova, “las propuestas más importantes son el cambio hacia una gobernanza transversal ecológica y la participación democrática de la sociedad para que los gobiernos lleven a cabo las medidas propuestas por cada territorio en procesos participativos”.