El paisaje forestal de Gipuzkoa de hoy en día poco tiene que ver con el que recorrieron nuestros ancestros. Hace tiempo que las hayas y robles centenarios dieron paso a los pinares y a otras especies, aunque todavía existen "reductos de lo que fue". La Diputación tiene catalogados diez ejemplares como árboles singulares que, por sus características extraordinarias o destacables -tamaño, edad, belleza, historia...- merecen una especial protección. Vestigios de un territorio "idealizado" por muchos montañeros que difícilmente volverá a ser una realidad y que analizamos con motivo del Día del Árbol que se celebra mañana.

"Todos tenemos idealizado un paisaje, pero lo que mucha gente no tiene claro es que hemos sido una zona de suministro con especies que creemos que son autóctonas pero que nunca lo han sido", explica a este periódico Unai San Martín, ingeniero de Montes de la Fundación Hazi.

Gran parte de los árboles centenarios de Euskadi no han llegado a nuestros días, ya fuese por la necesidad de calentar los hogares, como los ginkgo biloba talados durante la última guerra carlista en Hernani por orden del Ayuntamiento, o los robles tan históricamente utilizados para la construcción de navíos.

Precisamente, dos de los árboles singulares se corresponden a esa descripción: el ginkgo del parque Eguzki de Hernani, que sobrevivió incluso a la Guerra Civil, tal y como se puede apreciar las heridas de guerra que tiene en el tronco; y el roble de cerca de 400 años situado en el barrio de Igara, en Donostia, el más añejo de todos los protegidos por la Diputación.

La mayoría de estos ejemplares han sobrevivido al encontrarse en entornos privilegiados, ya sea en espacios aislados o como complemento decorativo de edificios institucionales. Son los casos de un tejo del parque natural de Pagoeta, enmarcado en un bosquejo de varias especies de este tipo, ninguna comparable a su tamaño (14 metros) ni a su edad (200 años); y de la secuoya del parque de Monterrón en Arrasate, a escasos metros del Palacio Real, por el que a lo largo de la historia han desfilado ilustres visitantes como el rey Felipe V.

Otros, en cambio, permanecen en pie gracias a la dedicación de los baserritarras. Son los casos de la haya de Altzo, plantada por Juan Antonio de Imaz, padre del famoso bertsolari Manuel Antonio de Imaz, en su caserío Legarre el día de su boda en 1836; del abeto douglas de Albiztur, a pocos pasos del caserío Itxuralde desde la década de los 40 junto a otros ejemplares; y la encina de Aizarnazabal, en el caserío Aizpiazu.

Aquellos situados en entorno urbano son, en cambio, minoría: la magnolia del Palacio de Monzón en Bergara y la encina del barrio donostiarra de Berio, que se salvó de ser transplantada gracias a la movilización popular. A estos nueve se suma el alcornoque de Getaria, protegido desde 1990 por el ente foral al ser declarada esta especie como protegida.

en busca del monte bucólico

El paisaje forestal de Gipuzkoa ha ido mutando, algo que, tal y como explica San Martín, sigue ocurriendo hoy en día. El ejemplo más claro de ello está en la famosa banda marrón que ha asolado los bosques guipuzcoanos y que podría sustituir a los pinos por otras especies como la cryptomeria japónica o cedro japonés (la que más se está plantando en Gipuzkoa), la secuoya o el eucalipto. "Esta situación puede verse como una oportunidad para recuperar lo que había hace siglos, pero está por ver", apunta, en cambio, el miembro de Hazi.

Esta recuperación paisajística llegaría en el momento en el que "van más personas que nunca al monte". "Después del confinamiento, la gente quiere más libertad y pasear por un monte bucólico con hayas centenarias, pero es algo que dista mucho de la realidad", avisa San Martín, que cree que buena parte de estos nuevos aficionados a la montaña solo buscan "un turismo de Instagram": "Se trata de ir a un punto de fácil acceso y sacar la fotografía".

Unas instantáneas en las que seguramente lucirían de manera perfecta cualquiera de los diez árboles singulares de Gipuzkoa.

Especie: Quercus suber.Localización: Monte Gárate (Getaria).

Descripción: El alcornoque es una especie protegida en Gipuzkoa desde 1990. El mayor de todos destaca por su metro y medio de diámetro de tronco.

Altura: 22 metros.

Motivo de su singularidad: Por su distribución, es el único lugar en el que existe en Euskadi un bosquete de esta especie.

Especie: Sequoiadendron giganteum.Localización: Parque de Monterrón (Arrasate).

Descripción: Dada su cercanía al Palacio Real, ha sido testigo de ilustres visitas como la del rey Felipe V.

Altura: 38 metros.

Diámetro de copa: 18 metros.

Motivo de su singularidad: Dimensiones.

Especie: Fagus sylvatica.Localización: Caserío Legarre (Altzo).

Descripción: Juan Antonio de Imaz, padre del bertsolari Manuel Antonio de Imaz, plantó el árbol el mismo día de su boda en 1836. Hoy en día, se mantiene en perfecto estado de conservación.

Altura: 23 metros.

Motivo de su singularidad: Dimensiones.

Especie: Quercus ilex.Localización: Barrio de Berio (Donostia).

Descripción: Hasta la década de los 90 se encontraba en un entorno rural. Fue la movilización popular la que le salvó de ser transplantado cuando se edificó el actual barrio de Berio.

Altura: 23 metros.

Motivo de su singularidad: Dimensiones.

Especie: Magnolia grandiflora.Localización: Palacio de Monzón (Bergara).

Descripción: Uno de los escasos ejemplares urbanos declarado árbol singular. Destaca por el brillo de sus hojas y el blanco de sus flores.

Altura: 26 metros.

Diámetro de copa: 14 metros.

Motivo de su singularidad: Tamaño, belleza y simetría de su porte.

Especie: Pseudotsuga menziesii.Localización: Caserío Itxuralde (Albiztur).

Descripción: Forma parte de un grupo de abetos douglas, alguno de ellos como este plantados en la década de los 40. Su altura sobrepasa a un edificio de quince pisos.

Altura: 55 metros.

Motivo de su singularidad: Tamaño y longevidad.

Especie: Ginkgo biloba.Localización: Parque Eguzki (Hernani).

Descripción: Con una edad aproximada de 115 años, en su tronco se pueden ver las heridas provocadas por cinco escaleras utilizadas durante la Guerra Civil.

Altura: 21 metros.

Motivo de su singularidad: Dimensiones.

Especie: Quercus ilex ilex.Localización: Caserío Aizpiazu (Aizarnazabal).

Descripción: El verde oscuro de sus hojas y su porte redondeado destacan entre el resto de los frutales. Se trata de la encima más notable del territorio.

Altura: 16 metros.

Motivo de su singularidad: Dimensiones, forma y belleza.

Especie: Taxus baccata.Localización: Parque natural de Pagoeta.

Descripción: A pesar de que en el parque natural de Pagoeta se hallan numerosos de esta especie, ninguno le supera ni en tamaño ni en edad (200 años).

Altura: 14 metros.

Motivo de su singularidad: Dimensiones.

Especie: Magnolia grandiflora.Localización: Barrio de Igara (Donostia).

Descripción: Contemporáneo de otros robles que fueron talados para la construcción naval o de viviendas y cuya edad se calcula cercana a los 400 años.

Altura: 19 metros.

Motivo de su singularidad: Dimensiones.