- Más de 13.000 personas y familias se beneficiaron el pasado año de los ocho programas desarrollados entre las instituciones y el tercer sector para hacer frente a las nefastas consecuencias de la pandemia sanitaria. El plan Inor atzean utzi gabe surgió en 2020 para dar respuesta a situaciones de riesgo, exclusión social y pobreza, derivadas o agravadas por el covid.

Inmersos aún en la alerta sanitaria, ya que el virus no ha desaparecido, este año se mantienen cinco de los programas incluidos en el fondo gracias a partidas económicas destinadas a entidades sociales por valor de 8,6 millones. A este dinero hay que añadir otros 1,3 millones del programa contra la brecha digital escolar, que adquiere vocación de permanencia, según anunció ayer la consejera de Igualdad del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal.

Así, Aterpeak, que habilitó lugares para acoger a personas sin hogar en las tres capitales de la CAV, atendió a 1.635 personas y dispensó 978 kits de prendas y 62 de material escolar. La iniciativa Guztion Artean, la red de solidaridad organizada para poder canalizar la ayuda, realizó 2.295 salidas.

El programa ADI ofrece apoyo psicológico a personas que debido al estado de confinamiento y alarma vieron acentuado su malestar emocional, mientras que Betirako acompaña en el duelo a personas que han perdido a algún familiar durante el confinamiento.

La iniciativa Azken Sarea Indar-tzen supone una última red para dar cobertura a las necesidades básicas de personas y familias con falta de recursos, que no pueden acceder a las Ayudas de Emergencia Social (AES) ni a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI); y Erdu, el programa de intervención de proximidad en adicciones, que ayudó a 832 personas.

Por último, Lehen Urratsa, que incorpora la puesta en marcha de itinerarios desde los recursos de alojamiento y acompañamiento social de las personas sin hogar acogidas en refugios durante el confinamiento; y Aukerak Suspertzen es un programa de refuerzo educativo extraescolar para alumnos afectados por la brecha digital.