- Hace un año estábamos en casa tras la irrupción en nuestras vidas del covid-19. 365 días han pasado desde que se decretó el estado de alarma y un confinamiento que llegó de la mano del miedo. El 14 de marzo de 2020 ni el más pesimista hubiera pensado que un año después todavía el coronavirus seguiría entre nosotros, aunque la estampa que mostraban ayer las calles de Donostia era muy diferente

El buen tiempo y el levantamiento del cierre perimetral hizo que la ciudadanía se animara en masa a aprovechar el sábado. Terrazas llenas, colas para acceder a recursos turísticos como el Aquarium, paseos atestados... La estampa, en efecto, era muy diferente a la de hace un año. El hastío se hace notar y se aprovecha cualquier ocasión para salir a la calle. Las autoridades sanitarias no paran de recordarlo y, pese a la llegada de la vacuna, todavía queda mucho camino por andar y no cabe relajarse para no retroceder.

Pero, de momento, las imágenes hablan por sí solas. Lo que hace un año era desolación y una terrible sensación del vulnerabilidad y de incertidumbre, este año presenta un rostro más amable.

El atractivo de Donostia y su oferta hostelera se hicieron valer en el estreno de una libertad que sigue acotada. / Fotos: