- Santi Larburu e Inma Sánchez son sanitarios de profesión, y trabajaron en ello hasta que se jubilaron. Hoy en día son, respectivamente, el presidente de Euskofederpen y miembro de la federación. Euskofederpen agrupa 230 centros sociales en Euskadi y trabajan para que los esos lugares sean herramientas para promover el envejecimiento activo y saludable para los jubilados. Acaban de crear la primera edición de los premios Irakatsi, los cuales darán a conocer las buenas prácticas que se llevan a cabo en los centros sociales de personas mayores de Euskadi.

¿Cual es el trabajo de Euskofederpen?

-Santi Larburu: Euskofederpen es una federación en la que están agrupadas tres asociaciones territoriales: Agijupens de Gipuzkoa, Nagusiak de Bizkaia y Las Cuatro Torres de Araba. En total, agrupamos a 230 centros sociales y de ellos 70 están en Gipuzkoa. El trabajo de Euskofederpen es dialogar con el Gobierno Vasco y facilitar trabajar conjuntamente con las instituciones para hacer proyectos.

¿Qué tipo de servicios ofrecen esos centros sociales?

-S.L.: Normalmente, hay unos servicios básicos que suelen ser habitualmente una especie de bar o taberna con, a veces, un restaurante; podología, fisioterapia, peluquería... y también actividades culturales, deportivas o creativas. Al fin y al cabo son servicios que aportan los centros sociales, pero en realidad también queremos que los centros sociales salgan de ese entorno tan reducido y nos abramos a la sociedad para que podamos contribuir en otro tipo de cosas también.

¿Qué importancia tienen los centros sociales para los jubilados?

-Inma Sánchez: Mucha. Piensa que son muchas horas al día que, si no tienen otra ocupación, encuentran compañeros y vecinos en los centros y van a pasar la mañana o la tarde. Hacen muchas actividades y concursos, y aunque ahora eso está muy cortado con el tema de la pandemia, en muchos centros sociales hay una gran cantidad de salidas y excursiones.

¿Están esas actividades relacionadas con el envejecimiento activo y saludable?

-S.L.: Sí. El envejecimiento activo y saludable se basa en tres columnas. La primera es el ejercicio de tu propia autonomía y el empoderamiento, que tomes tus propias decisiones. Eso es muy importante porque muchas veces otras personas toman las decisiones por las personas mayores y es muy importante estar empoderado. En segundo lugar, es importante que haya entornos amigables. Y la tercera columna es la cogobernanza o la participación de las instituciones. Queremos que se oiga nuestra voz en las instituciones, porque de alguna manera esas entidades al final son las que promueven este tipo de actividades. Pero nosotros queremos ser parte activa en esas decisiones y si no hay cohesión social, nadie habla con nadie y todo siguen siendo prestaciones que recibimos.

¿Cómo ha afectado la pandemia en los centros sociales?

-I.S.: Algunos han cerrado durante un tiempo y luego, en un momento no había unas instrucciones claras de cómo podrían abrir. Euskofederpen puso eso en conocimiento de servicios de salud y de Eudel, y a través de ellos se consiguió sacar una norma para poder reabrir esos centros.

¿Qué tipo de buenas prácticas querían premiar con los premios Irakatsi?

-I.S.: Las que veamos que son las mejores, depende de los que nos llegue. Puede ser muy variopinto: desde salidas que organizan a recuperar en el pueblo unas zonas para hacer circuitos saludables de manera que puedan ser seguros para la gente. A veces se han recuperado espacios en polideportivos que, igual, no son utilizados por los ayuntamientos, por ejemplo. Hay muchas personas que han estado aisladas sin poder ir a su centro social y eso ha generado mayor sensación de soledad y de aislamiento. Y ha habido gente que a través de ese voluntariado y de esas actividades ha conseguido estar en contacto con ellos.

¿Cómo surgió la idea de crear estos premios?

-S.L.: Surgió casi por una necesidad. Veíamos que los centros sociales estaban en un momento muy bajo de actividades y hay que tener en cuenta que mucha gente que participa en ellos se ha autoconfinado. Necesitábamos un poco de moral para animar a la gente a decir a la sociedad que, a pesar de todo, se hacen cosas y que queremos seguir haciendo cosas.

-I.S.: Y luego partimos de la idea de decir que queríamos que los premios fueran abiertos a todos. Puede haber buenas prácticas tanto en las asociaciones territoriales de Euskofederpen, como en cualquier otra asociación o centro social de mayores.

¿Esas buenas prácticas también sirven para retrasar la dependencia de las personas mayores?

-S.L.: Sí, fomentan el envejecimiento activo. Es una forma de prevenir el deterioro de la salud física y psíquica. Y también de prevenir o retrasar la dependencia, por supuesto. Se calcula que hay unos doce años de calidad de vida desde que te jubilas hasta que ya empiezas a tener achaques. Y las dos primeras partes normalmente suelen ser muy utilizables. Entonces, queremos hacer un llamamiento para que los nuevos jubilados también se acerquen a los centros sociales, porque pensamos que entre todos podemos hacer una buena red.

¿Se les trata a los jubilados de clases pasivas?

-I.S.: Sí, así se denomina sociológicamente y políticamente muchas veces. Pero, ojo, que no somos solamente clases pasivas, ni queremos ser únicamente consumidores de servicios. Sabemos que tenemos derecho a los servicios, por supuesto, pero lo que queremos es ser activos en la sociedad en la parte que, además, nos toca vivir ahora. Porque de alguna manera queremos devolver a la sociedad lo que nos ha puesto a disposición, pero también hacerlo nosotros para nosotros mismos. Que no nos lo hagan otros, que ya sabemos lo que queremos.

"Necesitábamos un poco de moral para animar a la gente a decir a la sociedad que, a pesar de todo, se hacen cosas"

"Queremos que se oiga nuestra voz en las instituciones, porque de alguna manera son las que promueven las actividades"